El buen samaritano

Pbro. Crispín Hernández Mateos
Pbro. Crispín Hernández Mateos

Las lecturas de este domingo nos hablan de los mandamientos de la Ley de Dios, como un camino que nos acerca a la vida eterna. Quien es capaz de servir a la vida, de ayudar al prójimo y denunciar la violencia, está en el camino correcto. Veamos.

 

  1. ¿QUÉ DEBO HACER PARA CONSEGUIR LA VIDA ETERNA?

Esta es una pregunta sobre el obrar moral, es decir, sobre aquellas acciones que son necesarias para estar en el camino hacia Dios, pero que tiene en el trasfondo el deseo de la humanidad de no morir para siempre. La vida eterna no es un premio por nuestro buen comportamiento sino un regalo de Dios, pues Él la da a quien Él quiere (cf. Jn 5,21); pero debemos tomar en cuenta que «sólo los esforzados entrarán por ella» (Lc 13,24), por la puerta angosta que conduce a la salvación, siendo «los justos quienes heredarán la vida eterna» Mt 25,46. ¿En qué consiste esta vida eterna? En «conocer al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo» (cf. Jn 17,3), en «ver al Hijo y creer en Él» (cf. Jn 6,40),  en «escuchar su Palabra y creer en el Enviado» (cf. Jn 5,24), en «comer su carne y beber su sangre» Jn 6,54. Además, Jesucristo habla de dar un agua viva que se «convertirá en fuente de agua que brota para vida eterna.» (cf. Jn 4,14). Por ello, los discípulos están convencidos que seguir al Señor es la clave de la vida: “Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna»” Jn 6,68. Por último Jesús dice  a sus discípulos «El que ama su vida, la pierde; y el que entrega su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna» Jn 12,25. Esto es lo que Jesús le pide al Maestro de la Ley, poniendo como ejemplo la acción del buen samaritano.

 

  1. «AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN»

El Shema Israel es la oración que describe la fuerte relación de amor de Dios con su pueblo y del pueblo con Dios, recordando que sólo hay un único Dios al que deben de adorar y rendir culto (cf. CATIC # 2084-2085), por lo cual deben entregar su total voluntad e inteligencia (cf. DV # 5). Esta plegaria bíblica y de la liturgia judía, está inscrita en el contexto de la Alianza de Dios con su pueblo, al haberlo liberado sólo Él de la esclavitud de Egipto (cf. Dt. 32,12); por lo cual, Dios reclama el derecho exclusivo de la adoración (cf. Dt 6,13).

Amar a Dios sobre todas las cosas significa que no puede haber nada ni nadie más grande, más importante y más trascendental en la vida del ser humano que Dios mismo. Amarlo con todo el corazón significa que todo el amor humano deberá ser exclusivo de Dios. Amarlo con toda el alma significa que es el centro de nuestra vida, de nuestro quehacer, de nuestra libertad. Amarlo con todas las fuerzas significa que toda la energía del cuerpo y del alma se debe emplear en servir a Dios. Amarlo con toda le mente significa que todos los pensamientos estarán dirigidos a Dios, desde que nos levantamos hasta que nos dormimos. Esto es lo que quiere Dios de todos sus discípulos, de modo especial de sus sacerdotes (recordemos hoy a los que han sido asesinados en México).

 

  1. «ANDA Y HAZ TU LO MISMO»

Las obras son parte importante en el camino de la salvación, son el mejor testimonio de que amamos a Dios, a quien no vemos (cf. 1ª Jn 4,20), para este cometido, la iglesia católica estipula 5 obras de misericordia corporales y 5 espirituales. «Amar al prójimo» significa comprometernos con su causa, sus necesidades y situaciones actuales: si está caído es necesario levantarlo, si está herido tenemos que curarlo, si está triste tenemos que consolarlo, si está enfermo tenemos que cuidarlo, si no tiene para pagar tenemos que ayudarlo, si no tiene alojamiento tenemos que brindarle posada. Jesús le pide al maestro de la ley y a nosotros: «Anda y haz tu lo mismo», lo que significa ponerse en movimiento hacia el prójimo (sin que sea necesario que él venga hacia ti), significa estar dispuesto a ayudar, a servir y a mejorar las condiciones de su vida: eso implica la denuncia de las estructuras del mal que existen en la sociedad (basadas en la corrupción, el fraude, el nepotismo), tejer redes y crear sinergias para ayudar a los sectores más vulnerables de la sociedad, a ejercer presión social para la construcción de hospitales, viviendas y carreteras que mejoren su situación de vida, a evangelizar a las personas de los diversos sectores de la sociedad (sobre todo a los que ejercen liderazgo en la toma de decisiones para el bien común). El Papa Francisco quiere una Iglesia samaritana, una iglesia hospital que esté ensangrentada por salir a las calles a brindar apoyo a los caídos del camino, víctimas de la violencia (de las bandas criminales, de nuestra indiferencia y de la negligencia del gobierno federal). ¿Qué hemos hecho por los heridos, asaltados y secuestrados? ¿Qué acciones o estrategias pastorales emplear para ayudar los necesitados del camino?

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