Domingo del buen pastor

Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Pbro. José Manuel Suazo Reyes

Este cuarto domingo de pascua es conocido, en la Iglesia Católica como el domingo del buen pastor porque en la liturgia dominical siempre se escucha algún fragmento del capítulo 10 de San Juan, donde aparece la figura del Pastor y de las ovejas, imágenes muy conocidas en el mundo hebreo y que sirven para hablar del cuidado que Dios tiene de las personas, así como de las actitudes que los discípulos deben tener hacia él.

En este capítulo 10 de San Juan aparece la afirmación que hace Jesús YO SOY EL BUEN PASTOR. Y se señalan además varios rasgos que lo presentan como el buen pastor. El buen pastor conoce a las ovejas, las protege de todos los peligros, las alimenta y las lleva a buenos pastizales; el buen pastor cuida de ellas, las llama por su nombre, ellas lo reconocen, identifican su voz y lo siguen.

Jesús es el Pastor prometido por los profetas (Ez 34) y el libro de los salmos (Sal 23) prefigurado por el rey David y anunciado como luz de las gentes. Jesús no sólo fue un pastor para su pueblo sino para toda la humanidad. Él es el verdadero pastor, porque no sólo nutre, protege y guía a las ovejas sino que incluso ofrece su vida por ellas.

En el evangelio de este domingo (Jn 10, 27-30) aparecen tres características que hacen que Jesús sea el Buen pastor. La primera de ellas es EL CONOCIMIENTO. Jesús conoce a sus ovejas, significando con ello que no sólo las conoce mentalmente, sino también las protege, las ama, las cura y le pertenecen. Existe una íntima comunión entre él y sus discípulos. La segunda característica es que ÉL DA LA VIDA ETERNA a sus ovejas. Eso significa que Jesús ofrece la vida definitiva, a vida divina que impide que una oveja se pierda. La tercera cosa es la íntima COMUNIÓN que Jesús buen pastor tiene con el Padre. “El Padre y yo somos uno”. Con ello Jesús revela su identidad divina es decir su misterio trascendente y sobrehumano, colocándose al mismo nivel que Dios. Existe entre él y el Padre una perfecta comunión. La solicitud de Cristo buen pastor, no es sino la solicitud que Dios Padre tiene de todos nosotros. La íntima comunión entre Jesús y su Padre le lleva a Jesús a compartir el mismo cuidado por sus discípulos.

Por último también se señalan tres características de las ovejas: en efecto, ellas ESCUCHAN LA VOZ DEL PASTOR, LO SIGUEN y lo CONOCEN. Son rasgos que expresan las actitudes de todo buen discípulo: escuchar su voz y practicar sus enseñanzas.

Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Vocero de la Arquidiócesis de Xalapa

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Párroco en San Miguel Arcángel, Perote, Veracruz.