* Se trata de Isabel Natividad Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid
No podemos contener la emoción: Isabel Díaz Ayuso, abanderada de las luces LED en Navidad y de las leyes que hacen guiños a la ideología de género, ahora se alza como la última defensora de Cristo en Occidente.
¿Acaso no es inspirador que quien defiende el aborto libre hasta las 22 semanas y la ley trans que permite a niños cambiar de sexo con la facilidad con la que se cambia de ropa, ahora clame contra los que quieren vivir «como si Cristo no existiera»?
Ayuso, siempre valiente con el micrófono, nos pide que no permitamos que «los que odian la Navidad nos la censuren». Sí, esos mismos que, según su gobierno, están más que invitados a implantar sus ideologías en los colegios públicos. Pero, ¡ojo!, no toquen las luces y los belenes de cartón piedra, porque ahí sí que sacará las uñas.
Uno no puede evitar preguntarse: ¿de qué Navidad está hablando Ayuso? ¿La Navidad de Cristo o la de los centros comerciales?
Porque si algo hemos aprendido es que su gobierno no tiene reparo en promover una sociedad que ignora completamente los valores cristianos: desde el derecho a la vida hasta la educación basada en la verdad antropológica del hombre y la mujer. Pero claro, ¡luces y discursos para todos!
Su incoherencia brilla más que las bombillas que cubren la Gran Vía. Mientras promueve leyes que disuelven las bases de la familia cristiana, nos invita a no permitir que la Navidad sea censurada. Quizás alguien debería recordarle que la Navidad no solo es una fiesta cultural con luces y villancicos; es el nacimiento de Cristo, quien vino a salvar a todos, incluso a los políticos que intentan convertir la fe en un eslogan electoral.
El verdadero drama es que estas declaraciones ni siquiera sorprenden. En un tiempo donde la política se reduce a gestos vacíos y frases grandilocuentes, Ayuso ha perfeccionado el arte de contentar a todos con palabras mientras sus actos deshacen lo que Cristo vino a construir. Pero no se preocupen: las luces seguirán brillando, los centros comerciales estarán abarrotados, y en los colegios de la Comunidad de Madrid se seguirán impartiendo doctrinas contrarias al Evangelio. Todo en nombre de una Navidad que, para Ayuso, parece ser más de Amazon que de Belén
Por Jaime Gurpegui.
Madrid, España.
Domingo 1 de diciembre de 2024.
Infovatiocana.