Decoradas con globos y papel color violeta, decenas de carretas impulsadas por caballos y bueyes avanzaban el lunes a través de algunos caminos de tierra de Nicaragua como parte de una peregrinación rumbo al santuario de Popoyuapa, en el suroeste del país.
Ésta es una de las pocas procesiones religiosas autorizadas por el gobierno de Daniel Ortega, cuya relación con la Iglesia católica se fracturó desde las protestas de 2018.
Decenas de religiosos —varios de los cuales fueron encarcelados— han denunciado hostigamiento por criticar la situación política y social de Nicaragua en sus homilías y en días pasados el Vaticano anunció el cierre de su misión diplomática en la nación centroamericana.
Los devotos que participaron en la procesión del lunes celebran la imagen de Jesús del Rescate en el municipio de Rivas y el festejo cuenta con más de 300 años de tradición.
A pesar de que se permitió esta peregrinación, las actividades religiosas en Rivas no se realizan con normalidad, pues el santuario que celebra a esta advocación de Jesús publicó el viernes en su página de Facebook que otros festejos previstos para el fin de semana permanecerían suspendidos por motivos ajenos a su voluntad.
“Nosotros venimos por venir dar gracias al Señor por las cosas que Dios nos ha bendecido”, dijo José Chávez a The Associated Press.
Cerca de él, cientos de nicaragüenses avanzaban a paso lento. Algunos niños y adolescentes iban sentados sobre las carretas de madera en compañía de animales como perros y gallinas. Otras personas montaban a caballo y varios más tocaban trompetas y otros instrumentos musicales.
“Tenemos diez años de peregrinar”, platicó Yésica Castillo a AP. Agregó que para formar parte de la celebración, que la mantendrá un tiempo lejos de su hogar, ella y su familia llevan todo lo que necesitan en su carreta, que ahora es una suerte de casa rodante.
En el camino, algunos nicaragüenses brindaron apoyo a los peregrinos ofreciendo alguna bebida o alimento ya su llegada un sacerdote bendecía las carretas.
“Hay que buscar la paz, tener armonía en esta Semana Santa”, dijo Isabel Mercado a AP. “Hay que ponerle un poquito más, apegados a Dios, pedirle a él que todo lo malo que venga se vaya”.
Según diversas organizaciones, la represión del gobierno nicaragüense desde 2018 ha dejado al menos 355 muertos y 2.000 heridos. Desde entonces más de 500.000 personas se han exiliado, de acuerdo con el colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más.
MANAGUA, NICARAGUA.
MARTES 28 DE MARZO DE 2023.
AP.