A unos días del inicio del ciclo escolar 2023-2024, la polémica en torno a los libros de texto gratuito arrecia. Los recursos judiciales aun ordenan la suspensión de su distribución gracias a las acciones promovidas por algunas organizaciones; en tanto, los gobiernos de los estados en donde se mantienen los partidos de oposición han reafirmado sus acciones para frenar la distribución de los materiales y llamar a la donación de libros de anteriores cursos para los educandos.
Como es ya cantaleta del presidente de México, lo que está detrás, afirma, son campañas negras de sectores que se han visto perjudicados. A decir del gobierno de la mal llamada transformación, serían editoriales que perdieron millonarios contratos que le dejó fuera de la edición de materiales educativos.
Y aunque la secretaria de Educación Pública ha garantizado que cualquier persona tendrá acceso a la información relativa a los polémicos textos, diferentes organizaciones ya se han dado a la tarea de indagar quiénes están detrás de la edición y contenido de los libros destacando las peligrosas y marcadas inclinaciones ideológicas que confirmarían la intervención de personajes ligados al gobierno que, lejos de beneficiar los procesos educativos, buscan meter por la puerta de atrás, el adoctrinamiento ideológico disfrazado de actualización pedagógica de una eufemística Nueva Escuela Mexicana.
El lunes 14 de agosto, el Observatorio de Ciudadanía Católica y Análisis Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano publico su análisis “Notas sobre el debate a propósito de los nuevos libros, ¿Enseñar o ideologizar?”, documento que traza la ruta que permite conocer qué está detrás de la propuesta educativa y que estaría sostenida por dos personajes: la esposa del presidente de México y el director de materiales educativos de la SEP.
Para el Observatorio, los libros constituyen “un amasijo de agendas ideológicas” entretejidas y revueltas cubiertas de un disfraz de moderna metodología pedagógica y didáctica de planes, programas y libros de estudio “Por Proyecto”.
Estos disfraces de piel de oveja para los lobos tienen sastres concretos. Según el Observatorio, los niños en las aulas ya no serán centro de los propósitos del Sistema Educativo Nacional, sino de “la comunidad”, en un proyecto del comunitarismo “que no es otra cosa que el modelo educativo marxista de la CNTE y que abreva de forma importante de los conceptos educativos de Venezuela y Cuba”. ¿Quién está detrás del impulso del nuevo modelo de escuela mexicana? El Observatorio no duda en afirmar que están dos personajes principales en el gobierno de AMLO: la esposa del presidente de México y el director general de Materiales Educativos de la SEP, “quien es también el titular de facto de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos”.
“Detrás de la Sra. Gutiérrez Müller y de Marx Arriaga está también uno de los principales inspiradores de la reforma educativa de López Obrador, que es el subsecretario de Educación Superior y ex miembro del Partido Comunista Mexicano, Luciano Concheiro, quien considera que radicalizar la Cuarta Transformación es la plataforma para luchar por la implantación del comunismo en México, tal y como lo ha expresado en eventos públicos”, dice el Observatorio afirmando así que los llamados procesos y consultas para la confección de los materiales estuvo en unas manos con claros sesgos ideológicos.
Estamos ante una profunda crisis educativa remarcada por el rezago provocado por la pandemia. El ciclo 2022-2023, a juicio de los especialistas, cerró con evidentes preocupaciones como la ausencia de políticas públicas consistentes, fundamentadas y evaluadas para medir el avance educativo. Hoy, los educandos están bajo el franco amago de la ideología. Al final, los estudiantes son botín, campo de conciencias que pueden ser robadas. La Nueva Escuela Mexicana se ha convertido en un mito, una fábula que pronto podría costarnos en el futuro. Hoy se pretende imponer un modelo sostenido por una acentuada marginación educativa; mañana, será el adoctrinamiento alienante que creará vasallos. La educación en manos del Estado mexicano como opio del pueblo.
