Recientemente se publicó un documental con valiosa información sobre lo que sucedió en la ciudad de Wuhan, China, meses antes de que el virus PCCh se expandiera por el mundo y se declare la pandemia. Entre otras cosas se puede ver a un grupo de médicos de hospitales de Wuhan, admitiendo que sabían desde 2019 lo peligroso que era el virus y que el PCCh les ordenó expresamente encubrirlo.
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Los médicos de Wuhan fueron filmados en secreto admitiendo que eran conscientes de lo peligroso que era el virus PCCh cuando comenzó a causar estragos en China, pero luego afirman también que autoridades del régimen chino les prohibieron filtrar esa información a la sociedad.
Los médicos incluso afirman saber de las muertes por el virus desde diciembre de 2019. Sin embargo fue a mediados de enero cuando el régimen chino informó por primera vez de una muerte a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los médicos en Wuhan advirtieron a tiempo sobre la rápida transmisibilidad entre humanos y la peligrosidad del virus, sin embargo las autoridades obligaron a los hospitales a que “no dijeran la verdad” sobre lo que estaba sucediendo.
El testimonio se revela en un nuevo documental de la emisora británica ITV, llamado Outbreak: The Virus That Shook The World, y busca demostrar que China realmente encubrió la epidemia en sus primeros días. El programa fue emitido el martes por el canal Sky TV, y será retransmitido el jueves 21 a las 20:15 hs. por el mismo canal.
Según informó Daily Mail en un análisis sobre el documental, el testimonio de los profesionales médicos de Wuhan está respaldado por destacados virólogos, incluido el Dr. Yi-Chun Lo, especialista en enfermedades infecciosas y subdirector general de los Centros para el Control de Enfermedades de Taiwán.
El Dr. Yi-Chun Lo aseguró: “La gestión de los primeros brotes fue un desastre, un fracaso. Creo que la pandemia podría haberse evitado al principio si China fuera transparente sobre el brote y se hubiera apresurado a proporcionar la información necesaria al mundo”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), actuó verdaderamente como cómplice del ocultamiento del régimen chino. A tal punto que el 12 de enero de 2020, cuando la peligrosidad y transmisibilidad del virus ya era evidente, la OMS declaró: “no hay evidencia clara de transmisión de persona a persona”, y agregó estar “segura de la calidad” de la respuesta de China.
Paralelamente, un informe reciente del Departamento de Estado afirma: “El gobierno de EE. UU. tiene motivos para creer que varios investigadores del WIV (Instituto de Virología de Wuhan) se enfermaron en el otoño de 2019, antes del primer caso identificado del brote, con síntomas compatibles con COVID-19 y enfermedades estacionales comunes”.
Desde que se anunció el brote del virus el 31 de diciembre de 2019, la administración Trump planteó la posibilidad de que se hubiera escapado del Laboratorio de Virología de Wuhan.
“Durante más de un año, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha impedido sistemáticamente una investigación transparente y exhaustiva del origen de la pandemia COVID-19, eligiendo en cambio dedicar enormes recursos al engaño y la desinformación”, dijo el informe del Departamento de Estado.
En la misma semana en que el Departamento de Estado publicó el informe y habiendo pasado un año entero desde que se conoció la transmisión del virus, un panel de expertos comisionado por la Organización Mundial de la Salud visitó el polémico laboratorio de Wuhan buscando investigar los orígenes del virus.
El informe preliminar de la OMS publicado el lunes, a pesar de ser socio incondicional del régimen comunista chino y participar en una agenda conjunta en busca del globalismo mundial, criticó a China por no haber tomado medidas adecuadas para detener el brote inicial del virus a tiempo e incluso se autocuestionó si debería haberlo etiquetado como una pandemia con anterioridad.
Con información de Andrés Vacca – BLes.com