* El Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento se otorga a personas que luchan por los derechos humanos
Don Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, Nicaragua, se encuentra preso por la dictadura de su país tras un proceso inconstitucional y cumple una aberrante condena de 26 años de prisión por el presunto delito de «traición a la patria» -básicamente por oponerse a la Régimen sandinista liderado por Daniel Ortega.
La prisión, sin embargo, no lo silenciará, como lo enfatizó recientemente el obispo José Antonio Canales, obispo de Danlí, en la vecina Honduras:
“Él no es un hombre para guardar silencio.La situación es bastante compleja, porque quiere ser libre -pero libre en Nicaragua- y volver a su redil.Monseñor Álvarez está seguro de que el Señor quiere que sea pastor de la diócesis de Matagalpa y no dejará de serlo, porque para nosotros [obispos] ese es el plan de Dios”.
Y la voz valiente de Dom Rolando en su compromiso con los derechos humanos y la verdadera democracia sigue resonando en todo el mundo, por mucho que la dictadura intente silenciarla.
El grupo Renew Europe, un grupo liberal dentro del Parlamento Europeo, nominó a Dom Rolando Álvarez para el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento. Este es un reconocimiento que los eurodiputados otorgan anualmente a personas comprometidas con la defensa de los derechos humanos. De hecho, varios eurodiputados independientes se sumaron a la petición, que cuenta con el apoyo de la Fundación Nicaragua por la Libertad, liderada por el exiliado Félix Maradiaga, así como del World Liberty Congress, que agrupa a organizaciones prodemocráticas de países azotados por regímenes autocráticos, tales como Venezuela, Cuba y la propia Nicaragua.
El ganador será elegido en octubre.
Cabe recordar que, hace unas semanas, monseñor Rolando Álvarez también fue nominado, junto a monseñor Silvio Báez , obispo auxiliar de Managua exiliado en Estados Unidos, al Premio Nobel de la Paz. La nominación provino de la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos (SIDH) y destaca la valentía de los dos obispos al tomar una posición contra la dictadura de Daniel Ortega a pesar del riesgo para sus propias vidas.
Por Francisco Veneto.
Aleteia.