Las «misiones» encomendadas por el Papa Francisco al cardenal Matteo Zuppi en Ucrania y Rusia han seguido caminos diferentes a los habituales. En Moscú, las pocas imágenes […] transmitidas por el […] Patriarcado ortodoxo, vieron al presidente de los obispos italianos […] acompañado por Adriano Roccucci, profesor de historia contemporánea en Roma Tre y vicepresidente de la Comunidad de Sant’Egidio.
Los acmpañaron el arzobispo de Moscú Paolo Pezzi y su auxiliar Nikolai Dubinin. ¿Pero la tan elogiada diplomacia vaticana? Parecía brillar en la ausencia. Y no es sólo en Europa del Este donde parece estar en serios problemas. La larga lista de oficinas, incluso en países estratégicamente importantes, que han quedado vacantes por razones difíciles de entender es impresionante: Venezuela, Nicaragua, Bangladesh, Camerún, Sudáfrica, República Democrática del Congo, Mozambique, Marruecos, Bolivia, Colombia, Rumania, Polonia, (residentes de nunciaturas) y Principado de Mónaco.
A estos hay que añadir los oficios donde los nuncios han superado los 75 años, límite máximo de su carrera: Siria, Israel, EEUU, Italia, Albania, Costa Rica… Un fenómeno nuevo e inesperado son aquellos nuncios que [.. .] tiran la toalla y se retiran pasados los 70 años: al menos cinco en los últimos tiempos. Y corre el rumor de que pronto se unirán a ellos los nuncios encargados en Portugal y Japón.
Que «el Servicio» fue envenenado por disputas internas, que bloquearon efectivamente a dos generaciones de futuros nuncios (todos […] confesados culpables de no ser focolarinos, neocatecumenales o CL), y humillados por el corte draconiano de toda autonomía administrativa y financiera Es sabido. Sigue siendo oscuro entender por qué la confiscación de un instrumento tan importante para todo pontífice, no tiene interés.
Por Filippo Di Giacomo.