La noticia viene de las últimas 48 horas: con un comunicado de prensa, la Compañía de Jesús de Bolivia confirma que recibió en un sobre cerrado, para no abrir, la infame diario (titulado La Historia) del difunto jesuita Alfonso Pedrajas (10 de junio de 1943, Valencia, España – 5 de septiembre de 2009, Cochabamba, Bolivia), pederasta en serie, durante muchos años profesor en varios institutos jesuitas de Bolivia.
El sobre enviado por la Curia Jesuita (Roma), que lo recibió del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (Vaticano), fue entregado al Provincial de Bolivia, Padre León Mercado Vargas, quien inmediatamente lo entregó al Ministerio Público que se ocupa con el proceso involucrando al sacerdote difunto pero también a otros vivos y muertos.
El escalofriante documento, escrito en parte en una vieja máquina de escribir y en parte manuscrito, relata las agresiones sexuales del jesuita a más de 80 niños en el transcurso de unas pocas décadas.
Esta historia, aunque conocida por los jesuitas bolivianos y también por los de la Curia General de Roma, y ciertamente por las autoridades vaticanas, pudo develarse gracias al trabajo de investigación del diario español «El País».
Sin embargo, durante mucho tiempo el diario de Pedrajas estuvo en el centro de una negociación entre las autoridades jesuitas y un sobrino residente en España del pedófilo en serie.
La naturaleza de esta negociación no es bien conocida.
El diario español El País publicó recientemente algunos extractos del diario.
El Vaticano, en concreto el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, presidido por un cardenal jesuita español, Luis Ladaria, conocía el diario y desde hace mucho tiempo, pues ni siquiera se conocía su existencia y los crímenes del cura Alfonso Pedrajas.
Ahora el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha hecho que el diario sea entregado a la justicia boliviana, probablemente una copia certificada.
En estas horas los jesuitas bolivianos han pedido una copia al juzgado ya que desconocen el documento. En resumen, además de ser una historia dolorosa, esta historia también es muy extraña.
Lo que es aún más extraño y preocupante es que si el Dicasterio estuviera en posesión de este terrible diario, ¿habría abierto al menos una investigación preliminar para entender realmente de qué se trataba y cuál era la verosimilitud de las confesiones de Pedrajas?
Si «El País» no hubiera descubierto este repugnante asunto, ¿estaría el diario en una estantería del Dicasterio bajo el polvo del olvido?
Por LUIS BADILLA.
viernes 23 de junio de 2023.
ciudad del vaticano.