* El cura boliviano tuvo al menos 30 víctimas.
* Una de ellas relató a Página Siete que incluso fueron sobornados por el obispo de Tarija para que el caso no salga a la luz.
Los abusos que ejercía el padre Milton Murillo, de la orden de los Carmelitas, se conocieron en 2014. Luego de que un grupo de exseminaristas decidiera contar lo que les pasó, sus superiores sólo atinaron a enviar a Murillo “como castigo” a Roma, Italia, pero como no se adaptó en esa ciudad, retornó a su natal Bolivia y fue párroco de la Iglesia San Roque de Tarija hasta la fecha.
“El padre Murillo, como administrador del Seminario de la Orden Carmelita Virgen de Fátima de La Paz, hizo mucho daño a los seminaristas de esos años. Aunque no se sabe cuántos fueron sus víctimas, se conoce que él abuso de muchos”, informó una fuente civil allegada a los Carmelitas que prefirió no dar su nombre. Aseguró que aunque se supo de las denuncias, “todas las pruebas se ocultaron”.
De estos hechos conoció el padre Garvin Grech, quien era el superior de Murillo, “pero tampoco hizo nada”. A lo único que atinó fue a llamar al superior de Malta para que escuchen a las víctimas, “nada más”.
Debido a las denuncias, Murillo fue destituido de los Carmelitas de La Paz, donde ocurrió el hecho, y luego fue enviado a Roma “como castigo”, pero continuó como sacerdote. Luego de un tiempo retornó para quedarse en la parroquia San Roque de Tarija.
“Un día mi superior (Grech) lo trató mal (a Murillo), yo le pregunté ‘por qué lo tratas así’ y me respondió ‘porque él está castigado, ha cometido un error’. pregunté si hizo daño y Grech prosiguió: ‘No, dice que revisó a los chicos como psicólogo y ellos lo denunciaron’”, relató a Página Siete la exsecretaria de Grech, Jeanethe Melogno.
Melogno aseguró que a consecuencia de esos hechos, lo único que se hizo fue “cerrar la Iglesia de los Carmelitas donde estaba Murillo” en la ciudad de La Paz.
Denuncia contra Grech
La exsecretaria contó además que el caso del padre Murillo fue un poco antes de que ella se enterara que Grech “no era la persona que creía”, pues conoció a su pareja. Esta relación va en contra de las normas católicas.
Al conocer el hecho en 2022, “quise denunciarlo ante su superior, el provincial Jhosep Savila, pero nunca quiso hablar conmigo, lo denuncié de forma privada ante la comunidad, ante el obispo porque no tengo la cultura de ocultar o callar, porque como religiosa sabía que estaba mal lo que hizo, pero no me escucharon”.
Acotó que este provincial solo habla inglés y pese a que Melogno habla francés, inglés, portugués e italiano, no quiso escucharla. Sin embargo, fue derivada a una Comisión y aunque ella relató que habló dos horas, le respondieron que “como el sacerdote no violó a nadie, no podían sancionarlo, ya que ellos sólo ven casos de pedofilia”.
Molesta por lo que pasó, la religiosa decidió denunciar públicamente a Grech y fue cuando las víctimas de Murillo se acercaron a ella para decirle que ellos fueron víctimas de abuso por parte de este sacerdote. “Ellos me dijeron que les di ánimos para denunciar”.
Lamentablemente, el superior Savila también conoció de estos hechos y como no se hizo nada, entonces “las víctimas no quisieron presentar su denuncia, porque sabían que iba a entrar en saco roto”, dijo Melogno.
“Fui testigo de lo que lloraron los chicos”, dijo tras asegurar que en ese entonces al menos ocho se animaron a contar lo que sucedió. “A algunos los tocaron y entiendo que a otros los violaron”.
Debido a ello, los jóvenes redactaron una carta para el obispo, monseñor Jorge Saldias, contando lo que les sucedió. “Pero no les recibieron, por eso no hay denuncia oficial de los chicos”, indicó.
Una de las víctimas denunció que incluso fueron sobornados por el obispo. “Él nos dijo que no metiéramos bulla y por eso nos ofreció 50 mil bolivianos y así callemos todo”, relató a Pagina Siete.
Este medio intentó comunicarse desde el martes con Saldias para conocer su versión, pero no respondió su celular.
Tanto Melogno como las víctimas contaron que los jóvenes incluso acudieron al psicólogo para recibir alguna terapia. Página Siete intentó conversar con la profesional, pero lo único que respondió fue: “Elevé los informes a los superiores”.
Sin embargo, tras conocer las denuncias de violaciones y abusos contra los sacerdotes, un familiar de una de las víctimas acudió a las autoridades para denunciar el hecho y este miércoles Murillo fue aprehendido por efectivos de la Fuerza Especial de lucha Contra la Violencia (Felcv), acusado de abuso sexual.
La fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, resaltó que el caso fue declarado en reserva por 10 días, por lo que evitó dar más detalles.
La Paz, Bolivia.
Virnes 19 de mayo de 2023.