Los principales generadores de violencia en la entidad son el CJNG y la Familia Michoacana, con operaciones en Tierra Caliente y la Costa Grande, señala el religioso.
Los grupos del crimen organizado en Guerrero tienen secuestradas comunidades enteras y han llegado hasta las puertas de parroquias donde a sacerdotes y obispos de los poblados como Tlapa, Chilapa e Iguala, son víctimas de extorsiones, afirmó a La-Lista el obispo de la diócesis de Chilpancingo, José de Jesús González Hernández.
En entrevista, el sacerdote declaró que comunidades enteras se encuentran atrapadas por criminales de los diferentes grupos delincuenciales, quienes extorsionan a comerciantes, transportistas, obreros y trabajadores del campo; si no pagan cuotas que les exigen. pueden ser asesinados con brutalidad.
“No te dejan trabajar. Te cobran por tu producto. A pequeños comerciantes les cobran, por ejemplo, allá en la Costa Chica de Acapulco, por pasar una java de mangos del productor al comercio o al mercado, tienen que pagar hasta 30 pesos por cada java, entonces el productor dice: no es posible, no es posible trabajar para un grupo”, dijo.
Los cuatro obispos de Guerrero, comentó, ya se han pronunciado clamando por el apoyo de los tres órdenes de gobierno (municipal, estatal y federal) para que “hagan algo según el papel que le corresponda a cada institución” porque la población “se está hartando de la impunidad criminal”.
Pese a que sigue aumentando el número de víctimas de estos grupos criminales, no hay posibilidades de alzar la voz, lamentó el obispo, aseguró que los tienen amenazados y los obligan a comprar el producto que ellos venden, ya sea gasolina, refrescos, fruta, alimentos en general, pese a la presencia del Ejército y la Guardia Nacional.
“En Tlapa, por ejemplo, algunos sacerdotes han sido extorsionados, pidiéndoles cuotas de la limosna, ya están llegando los grupos criminales a la iglesia, a nuestros templos”, reveló, además de reclamar que la población recibe un trato “humillante” por estos grupos y no pueden hacer nada.
“Podemos ver un grupo de militares, de hombres armados o que se hacen pasar por policías comunitarias y, entonces, ya no sabemos si de veras son comunitarias, porque las policías también están secuestradas”, expuso el sacerdote de la arquidiócesis de Chilpancingo.
De acuerdo con el informe “Análisis de grupos delincuenciales en Chilpancingo 2020-2021”, difundido por el gobierno de Guerrero en enero de 2022, hay 22 bandas delictivas que se enfrentan por controlar el estado y los principales corredores comerciales y mineros de la entidad dejando a su paso miles de homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan expuso en el “XXVIII Informe – 43: El Naufragio por la verdad” que los principales generadores de violencia en la entidad son el Cartel Jalisco Nueva Generación y la Familia Michoacana, con operaciones en Tierra Caliente y la Costa Grande.
“Estamos secuestrados. Ya no es solo una persona sino familias o pequeñas comunidades y hasta podríamos decir que casi municipios enteros; entonces, la gente se está hartando y se desespera y por allí empiezan a hacer justicia por su propia mano, porque no hay a quién recurrir”, lamentó el obispo.
El despliegue de elementos de la Guardia Nacional en Guerrero es de 2 mil 951 elementos, al cierre del 2022, según dio a conocer el titular de Sedena a inicios de este año, y ocupaba el número nueve en tasa de homicidios dolosos a nivel nacional.
Aún con la presencia de fuerzas armadas, en Guerrero se registraron mil 137 homicidios dolosos a lo largo de 2022, de los cuales 807 fueron con arma de fuego.
Guerrero forma parte de los seis estados que concentran el 46% de los homicidios dolosos en el país, según datos de enero, cuando se registraron 153 casos, el mes más violento desde diciembre de 2019.
Chilpancingo y Acapulco son los únicos municipios de Guerrero dentro de los 50 prioritarios en el plan de seguridad del gobierno federal.
Por Alejandro Arturo Villa Vargas .
Domingo 5 de marzo de 2023.