Mientras las discusiones sobre una posible reforma electoral constitucional transcurren en Cámara de Diputados, la Iglesia católica se sube a las discusiones a través de un “mensaje al pueblo de Dios”, en el que da una opinión al cuestionar las intenciones del actual gobierno sobre reformas que, a juicio de los especialistas, son lesivas de las instituciones democráticas del país.
En su mensaje sobre “la iniciativa de una reforma constitucional en materia electoral”, el consejo de la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano suscribe un claro apoyo al Instituto Nacional Electoral -INE- y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación -TEPJF- como instituciones que han madurado “gracias a su autonomía de los poderes políticos y, en estrecha relación con la ciudadanía y la pluralidad de los partidos políticos”.
Para los obispos, el INE y el TEPJF son “resultado de la lucha y compromiso de miles de mexicanos de la sociedad civil, y de todos los signos partidistas, quienes lograron abrir caminos para la democracia real en México”.
Por eso, recordaron que el gobierno dejó de ser juez y parte en la organización de los comicios electorales dando paso a gobiernos municipales, estatales y federales de diversas fuerzas políticas que dejaron atrás al partido único.
El INE tiene gran aceptación en la ciudadanía asegurando, además, que es de las instituciones con mayor credibilidad. Para los obispos, “goza de un merecido reconocimiento internacional, siendo un ejemplo a seguir en muchos otros países”.
Reconocen que legislación e instituciones son perfectibles; sin embargo, no dejan de expresar la preocupación ante la reforma que ahora se analiza y discute en el poder legislativo calificándola de “regresiva”, además de ser un agravio a la vida democrática para “afectar la representación y el equilibrio de las minorías y mayorías, llevando el control de los comicios hacia el ámbito del gobierno federal centralista, afectando su gestión presupuestal, eliminando su autonomía ciudadana y su imparcialidad partidista”.
Advierten que quienes juraron guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes no tienen “tienen derecho a impulsar reformas que eliminen o comprometan la fortaleza de las Instituciones que son el soporte del Estado Mexicano” y criticó igualmente la moralidad de aquellos que promueven tales reformas.
Finalmente, el comunicado de los obispos llama a los ciudadanos a defender las instituciones de forma responsable y exhorta a los integrantes del Poder Legislativo y Ejecutivo a asumir su compromiso con la historia y las generaciones venideras para hacer de lado intereses ideológicos “particulares e inapropiados”, apelando a la prudencia legislativa «más allá de intereses partidistas o de protagonismo histórico”, ya que lo que está en juego es la “estabilidad y gobernabilidad democrática del país”.
El mensaje completo puede leerse aquí.