* Un secreto.
-Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos.
-Dios quiere un puñado de hombres «suyos» en cada actividad humana.
-Después… «pax Christi in regno Christi»
-la paz de Cristo en el reino de Cristo. (Camino, 301)
Esfuérzate, si es preciso, en perdonar siempre a quienes te ofendan, desde el primer instante, ya que, por grande que sea el perjuicio o la ofensa que te hagan, más te ha perdonado Dios a ti. (Camino, 452)
Característica evidente de un hombre de Dios, de una mujer de Dios, es la paz en su alma: tiene «la paz» y da «la paz» a las personas que trata. (Forja, 649)
Acostúmbrate a apedrear a esos pobres «odiadores», como respuesta a sus pedradas, con Avemarías. (Forja, 650)
Santa María es –así la invoca la Iglesia– la Reina de la paz. Por eso, cuando se alborota tu alma, el ambiente familiar o el profesional, la convivencia en la sociedad o entre los pueblos, no ceses de aclamarla con ese título: «Regina pacis, ora pro nobis!» –Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! ¿Has probado, al menos, cuando pierdes la tranquilidad?… –Te sorprenderás de su inmediata eficacia. (Surco, 874)
San JOSEMARÍA.