La iglesia abandonó la investigación interna sobre el cardenal canadiense, citando falta de evidencia.
El Vaticano dice que no hay pruebas suficientes para abrir una investigación eclesiástica sobre el cardenal Marc Ouellet, exarzobispo de Quebec, a pesar de una demanda colectiva reciente que lo acusa a él y a otros 88 miembros del clero de abuso sexual y mala conducta.
Un portavoz del Papa Francisco, Matteo Bruni, hizo el anuncio en un comunicado el jueves por la mañana.
Ouellet, quien trabaja en el Vaticano y es visto como un posible sucesor del Papa, es acusado por una mujer identificada como «F» en la demanda de tocamientos y besos no deseados, así como de acoso sexual.
En su declaración, el Vaticano dice que el teólogo Jacques Servais, a quien se le encargó realizar una investigación preliminar sobre las acusaciones, no encontró evidencia que justificara más medidas disciplinarias.
«No hay motivos para abrir una investigación sobre [acusaciones] de agresión sexual contra la persona F. por parte de [Ouellet]», dijo Servais en el comunicado. “Ni en su informe escrito al Santo Padre, ni en [su] testimonio en Zoom”.
Pero una investigación realizada por el programa Enquête de Radio-Canada descubrió que Servais podría haber tenido un conflicto de intereses.
De acuerdo con los protocolos del Vaticano sobre agresión sexual, cualquier acusación contra un sacerdote debe informarse al obispo de la diócesis donde el sacerdote está trabajando actualmente, explicó el teólogo Jean-Guy Nadeau.
“Dado que el cardenal Ouellet está en Roma, el obispo para [él] es el Papa”, dijo.
El cardenal de 78 años es el jefe del departamento del Vaticano responsable de seleccionar nuevos obispos, una de las posiciones más importantes de la Iglesia Católica.
El Vaticano dice que no hay pruebas suficientes para investigar a un cardenal de Quebec acusado de agresión sexual. En una demanda presentada en la corte, una mujer acusó a Marc Ouellet de varios incidentes, incluidos besos y tocamientos no deseados.
La presunta víctima, que conoció a Ouellet en 2008 cuando aún era arzobispo de Quebec, presentó una denuncia ante el Vaticano en 2021.
Después de enterarse de que el Papa había ordenado a Servais que investigara sus acusaciones, F quiso saber más sobre Servais.
“Mi primera reacción fue hacer una búsqueda para ver quién era”, dijo la mujer a Enquête .
«Cuando vi de inmediato su relación con Marc Ouellet, me preocupó en términos de su independencia y su neutralidad», dijo.
Servais y Ouellet son miembros de Casa Balthasar, una organización internacional que ofrece formación espiritual. También han colaborado juntos en varias publicaciones y organizando eventos en Roma, descubrió el equipo de Enquête .
Investigador no respetó procedimiento interno
El hecho de que Servais sea quien investigó a Ouellet, a pesar de que trabajan juntos, va en contra de un decreto hecho por el mismo Papa que dice que un investigador debe ser imparcial y no tener ningún conflicto de intereses.
De ser así, el decreto dice que la persona debe abstenerse de participar en la investigación.
Es una situación que Nadeau describe como «preocupante».
«Estamos un poco estupefactos. Hay otras personas en Roma que podrían haber liderado la investigación [preliminar]», dijo.
F también le dijo a Enquête que Servais le admitió que no era investigador, que nunca había trabajado en este tipo de casos y que «no sabía qué hacer con las denuncias».
Uno de los abogados que representan a los demandantes, Justin Wee, dijo que Servais le preguntó a F cuáles eran sus motivaciones para presentar sus acusaciones durante una reunión virtual que tuvieron los dos en 2021.
Wee dijo que el hecho de que Servais fuera «un amigo cercano» de Ouellet era «problemático» y plantea dudas sobre la integridad de la investigación.
“Si el Vaticano se estaba tomando eso en serio, esa investigación, deberían haber designado a alguien más que a alguien que sabe y trabajó con el cardenal Ouellet”, dijo.
Wee también cuestionó el momento de la declaración, que se produce más de un año y medio después de que F presentara su queja ante el Vaticano.
Según el decreto del Papa, Servais tenía 90 días para emitir una decisión sobre sus hallazgos.
«Nos preguntamos por qué tomó tanto tiempo llegar a esa conclusión», dijo Wee. «¿Es porque no querían hacer ningún ruido sobre [la visita del Papa a Canadá] que esperaron?»
El abogado dijo que su cliente, F, estaba «muy decepcionada» por la decisión del Vaticano, pero dijo que «todavía está decidida a probar todos los hechos que alega».
“Si no será en un juicio de derecho canónico, será en un juicio civil”, dijo.
Servais no respondió a las solicitudes de entrevista de Enquête .
Más víctimas se unen a la demanda
F es una de las más de 100 presuntas víctimas representadas por la demanda colectiva. Los demandantes dicen que fueron agredidos sexualmente, la mayoría cuando eran menores de edad, por sacerdotes y otro personal que trabajaba para la arquidiócesis desde 1940.
La mayoría de los asaltos presuntamente tuvieron lugar en los años 50 y 60, según documentos judiciales.
Unas 10 víctimas más se han presentado desde que se presentó la demanda colectiva el martes, dijo Wee.
La pelota ahora está en la cancha de la arquidiócesis para decidir si llegará a un acuerdo con las víctimas o peleará la demanda en los tribunales.
La archidiócesis de Quebec se negó a comentar sobre el caso tal como está ante los tribunales, pero su portavoz, René Tessier, dijo que el Vaticano no se opone a reabrir una investigación si se presentan nuevas pruebas.
Las acusaciones contra Ouellet no han sido probadas en los tribunales y no enfrenta cargos penales.
MONTREAL, Canadá.
CBC.CA.
Con archivos de la periodista de Enquête Sylvie Fournier, Flavie Sauvageau y Alison Northcott
