Las catedral de Cuenca y las inmediaciones de la parroquia de la Virgen de la Luz, en el barrio conquense de San Antón, fueron el escenario en la mañana de lunes de una «performance» obscena protagonizada por un grupo chileno. La diócesis celebra hoy una Misa y una procesión con rezo del Rosario como desagravio.
Los hechos fueron organizados por la artista chilena Cheril Linett, que con su proyecto Yeguada Latinoamericana se encuentra desde hace unos días inmersa en una residencia artística en la provincia de Cuenca, concretamente en el espacio de creación Kárstica que el Museo La Neomudéjar de Madrid y la Red de Centros Art House Spain tienen en la antigua estación de Cañada del Hoyo. Una residencia que cuenta con financiación del Fondo Nacional de Desarrollo Cultura y las Artes de Chile.
En la performance, una de las participantes estaba ataviada con apariencia mariana mientras que cinco personas se encontraban a sus pies a cuatro patas y mostrando el trasero semioculto por una larga coleta. La policía intervino para pedir a los participantes en el acto que se retiraran, dado que podían pasar niños por la zona. No hubo ninguna denuncia formal.
Este grupo feminista chileno busca «pervertir la memoria oficial de las instituciones y los símbolos del estado-nación», trabajando para ello en la búsqueda de «nuevos imaginarios de protesta y micropolítica desde el cuerpo», según señalan en su carta de presentación. Para ello, añaden, en cada creación tratan de «explorar el cuerpo estratégico de exceso y desborde, contra toda clausura y contra todo ideal». Es decir buscan la provocación y en esta ocasión le ha tocado a la Iglesia ser víctima de esta charlotada con pretensiones artísticas.
El Obispado de Cuenta ha convocado el rezo del Rosario en desgravio por lo ocurrido:
El obispo, Mons. José María Yanguas, ha denunciado los hechos mediante un comunicado publicado ayer:
En la mañana de ayer, 16 de mayo, en las escaleras de acceso a la catedral de Cuenca y a las puertas de la iglesia de la Virgen de la Luz se produjeron unas escenas que merecen el firme rechazo y la censura sin reservas de toda persona de buen sentido y, con mayor razón, el de tantas personas de fe, que se sienten humilladas y heridas, con razón, en sus más íntimos sentimientos.
Cuesta entender los motivos que puedan llevar a unas personas a actuar de un modo que lesiona el más elemental respeto debido a los demás, y que conculca las normas básicas de una serena convivencia ciudadana. Tales conductas producen bochorno y vergüenza ajena.
No es en modo alguno admisible confundir el derecho a tener y defender las propias convicciones con la injuria grosera y la ofensa gratuita a la fe de otras personas, con la única finalidad, además, de molestar e irritar.
Ruego a los sacerdotes y religiosos, a los consagrados y a todos los demás fieles de la diócesis, en particular a los de la ciudad de Cuenca, que desagravien al Señor y a su Ssma. Madre con el rezo del Santo Rosario en familia o en la propia parroquia, y que pidan al Señor por la conversión de los autores de los lamentables sucesos.
Este es el programa de los actos de reparación:
InfoCatólica.