El Papa emérito Benedicto XVI está mejorando, indicó su secretario personal, Mons. Georg Gänswein.
Mons. Gänswein, quien se encuentra actualmente de vacaciones en su ciudad natal en la Selva Negra alemana, dijo al periódico «Südkurier» que “la enfermedad está disminuyendo” y que es un dolor que “no desea ni para su peor enemigo”.
Además, el arzobispo Gänswein señaló que “el dolor llegó después de la muerte del hermano” y añadió que la enfermedad no es fatal.
Hace aproximadamente una semana, el diario “Passauer Neue Press” (PNP) citó al escritor Peter Seewald que el Papa emérito estaba “gravemente enfermo”.
Ante tales declaraciones, la oficina de prensa de la Santa Sede indicó el 3 de agosto que la condición de Benedicto XVI “no era particularmente preocupante”.
La nota vaticana citó al secretario personal de Benedicto XVI quien describió que “las condiciones de salud del Papa emérito no son motivo de especial preocupación” y recordó que se trata de un anciano de 93 años “que está superando la fase más aguda de una enfermedad dolorosa, pero no grave”.
Se trata de una erisipela facial, una infección bacteriana de la piel que causa un sarpullido rojo y doloroso. Tal infección puede provocar también fiebre y dolores de cabeza.
En aquel entonces PNP también informó que Benedicto XVI eligió ser enterrado en la antigua tumba de San Juan Pablo II en la cripta de la Basílica de San Pedro.
Con información de Aciprensa/Redacción