Acostumbrado a intimidar y chantajear (según reiteradas denuncias públicas en su contra), lo mismo a empresarios que a funcionarios de gobiernos municipales, el aun Procurador de Medio Ambiente del estado mexicano de Veracruz, Sergio Rodríguerz Cortés, intempestivamente enroló al gobierno estatal de MORENA en una guerra contra la Iglesia católica que le está generando a éste y a Andrés Manuel López Obrador, un enorme costo político:
1.- Enturbia las relaciones entre el gobierno mexicano y la Iglesia, toda vez que las acusaciones sin fundamento del veracruzano Rodríguez Cortés contra el arzobispo de Xalapa fallecido apenas en agosto pasado, y contra el vocero del arzobispado xalapeño, se produjeron casi inmediatamente después de que el Presidente mexicano, por el contrario, divulgaba en las redes sociales una fotografía, en la que festinaba el encuentro privado que había tenido con el Nuncio Apostólico, Franco Coppola, cuando este acudió a Palacio Nacional a despedirse de AMLO, tras recibir nuevas encomiendas papales fuera de México.
2.- Con sus declaraciones, sus amenazas y sus retos callejeros, de barriada, Sergio Rodríguez Cortés provoca malestar entre la numerosa grey católica veracruzana que observa cómo, de forma cobarde, el todavía Procurador del Medio Ambiente de Veracruz lanza acusaciones de supuesta injerencia política, años atrás, por parte del respetado, querido y ya fallecido ex arzobispo de Xalapa, don Hipólito Reyes Larios, quien por razones obvias ya no puede defenderse y desmentir las graves acusaciones.
3.- Los desplantes broncudos, impropios de un funcionario de gobierno –como el de retar al vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, presbítero José Manuel Suazo Reyes a «que el clérigo se quite la sotana, ponga hora, lugar y fecha”– en nada abonan al prestigio, a la aprobación y al respaldo popular del gobierno estatal de MORENA, encabezado por Cuitláhuac García.
4.- El vulgar reto lanzado por el Procurador del Medio Ambiente, Rodríguez Cortés, al vocero del arzobispado de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, de «quitarse la sotana» y que «ponga hora, lugar y fecha», tendrá un elevado costo político – electoral para MORENA no sólo en Veracruz sino en el resto del país, donde la imagen de los funcionarios del Partido-Gobierno como auténticos «come-curas», les restará aceptación entre la población católica.
5.- Rodríguez Cortés inició las hostilidades, publicando que varias familias y el «arzobispado de Xalapa» habían tenido injerencia en la selección de candidatos para el gobierno del municipio de ciudad Mendoza. Además, las vinculó con el crimen organbizado.
6.- Las acusaciones lanzadas, en su tiempo merecieron de su parte una denuncia pública que no hizo ante autoridad competente alguna. ¿Por qué? Si no lo hizo en ese momento fue por dos cosas: cobardía y/o complicidad.
7.- Lo que no es viril ni justo es que ya que falleció intempestivamente el arzobispo xalapeño, don Hipólito Reyes Larios, se le lancen acusasiones que caen por su propio peso, ya que no están avaladas, acompañadas, sustentadas en evidencia empírica alguna.
8.- De ahí que, en respuesta, el vocero del Arzobispado de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, haya decidido salir de frente al Procurador del Ambiente, Rodríguez Cortés, acusándolo justamente de mentir, de calumniar a un muerto.
9.- El mismo vocero del Arzobispado, con todo respeto pero pleno conocimiento de causa, mejor conminó al Procurador del Medio Ambiente a dedicar todos sus esfuerzos en la realización de sus tareas públicas, que han merecido serios cuestionamientos.
10.- Sin embargo, ante la franca y encomiable postura del vocero del Arzobispado, sacerdote José Manuel Suazo Reyes, el acusador Rodríguez Cortes no respondió con pruebas. No exhibió ninguna documental que avalara sus acusaciones…sino que lanzó el reto callejero, aspero, corriente al padre Suazo, para que «se quite la sotana» y fije hora, lugar y fecha.
Esa actitud demuestra, sin más, que Rodríguez no tiene prueba alguna, que carecen de base, de solidez, de verdad, sus acusaciones al ex arzobispo Reyes Larios. Porque frente a las acusaciones que lanzó contra tres familias veracriuzanas y el arzobispado de Xalapa, no cabe esperar un debate, una confrontación personal, sino la pesentación formal de documentos ante la autoridad correspondiente, que avalen lo dicho. No hacerlo equivale a estar calumniando a personas honortables.
Por ello es que, frente a la guerra que está lanzando cobardemente el Procurador veracruzano del Medio Ambiente, Sergio Rodríguez Cortés, dos cosas parecen quedar en claro:
1.- Que si AMLO, Cuitláhuac García y MORENA quieren mantener respaldo popular en Veracruz, deben deshacerse, cuanto antes, de Sergio Rodríguez Cortés, quien más que seguidores, le ha producido enemigos al gobierno del estado y al partido en el poder.
2.- Pero tampoco podemos pasar por alto que las amenazas y los chantajes de los que reiteradamente se ha acusado en los medios de comuncación a Sergio Rodríguez Cortés, están vinculados con presuntas exigencias de «mordidas», de «moches», a empresarios y funcionarios municipales. Unos para que contraten con determinadas empresas fantasmales y otros para que obtengan autorizaciones para seguir las obras de construcción o remodelación, pasando por alto faltas o violaciones a los ordenamientos vigentes. ¿En el caso de las acusaciones, amenazas y retos a miembros del clero, lo que pretendería, entonces, es la obtención de moches o mordidas sobre las limosnas de los fieles a la Iglesia?
Quedan en el tintero, por si hace falta, informes públicos sobre denuncias empresariales y de funcionarios municipales, sobre el supuesto proceder indebido de Rodríguez Cortés.
Rodríguez Cortés, en efecto, parece no recordar que los políticos que lanzan acusaciones deben ser como los elefantes: tener la trompa muy larga…pero la cola muy corta. Y ahí es donde Rodríguez Cortés presenta su debilidad: tiene mucha cola que le pisen…
Por lo pronto, como aperitivo, está la polémica fotografía supuestamente del propio Rodríguez Cortés, tomada al parecer por uno de sus ayudantes, tumbado en una cama y con fajos de billetes…
P:D.
Llama poderosamente la atención el que el multicitado Rodríguez Cortes haya comentado que si no le tuvo miedo ni a Fidel Herrera, ni a Miguel Ángel Yunes, menos aún se lo tiene al Padre Suazo. Esta bravucona afirmación de Rodríguez Cortés pretende convencernos de que no le tiene miedo a los seres humanos…pero busca ocultar el miedo que tuvo frente a la enfermedad, frente al COVID que lo aquejó.
En efecto, el 26 de junio de 2020, tras lograr sobrevivir, Rodríguez Cortés tuvo un destello de honestidad, de humildad, de sinceridad, y envió a diversos medios una misiva en la que enfatiza que fue gracias a Dios y a la fe que pudo superar esa enfermedad.
En esa carta,…¡ Rodríguez Cortés agradeció la intervención de diversos sacerdotes, entre ellos a Monseñor Hipólito Reyes Larios, a quien le solicitó el auxilio espiritual !. Pero ahora, creyendose ya poderoso, parece haber vuelto a su estado de soberbia, de traición y, mal agradecido, da la espalda a quien le brindó auxilio.
Esta actritud debe servir de lección a todos los que le rodean: el día de mañana pueden ser acusados, calumniados por Rodríguez Cortés, a pesar de haberlo asistido en la desgracia.
XALAPA, VERACRUZ.
Lunes 3 de enero de 2022.