En la noche del 18 de octubre, desconocidos saquearon e incendiaron las instalaciones del Obispado de la Diócesis de Talca, en Chile, que albergaba el Vicariato de Pastoral Juvenil, el Vicariato de Pastoral Social, el Departamento del 1%, la Pastoral de Atención Humana. Movilidad y Fundación Casa de Estudiantes Universitarios.
En el comunicado de la diócesis, ubicado en la zona central del país, agradecemos a quienes expresaron su solidaridad y su apoyo ante este acto de violencia, quienes se apresuraron al lugar para controlar el incendio y prevenir que el el daño pudiera ser mayor: los vecinos, los voluntarios del Cuerpo de Bomberos, los Carabineros de Chile y el personal del Vescovado.
“Ser víctimas de esta violencia irracional – continúa el comunicado – nos ayuda a comprender y ser solidarios con el dolor que tantos han experimentado en circunstancias similares en los últimos tiempos. Pensamos sobre todo en aquellos que se han visto afectados en sus fuentes de empleo ”.
La diócesis de Talca reitera que “la paz y el diálogo son el camino hacia la justicia y el desarrollo. Esta violencia no representa las aspiraciones de la gran mayoría del país porque no hace nada para solucionar los problemas de Chile, especialmente los más vulnerables ”.
Finalmente, a pesar de las dificultades, “continuaremos con renovada convicción al servicio de los más despojados de todo y en la tarea de proclamar con alegría el nombre de Jesús, Señor y Salvador”.
Desde octubre de 2019, Chile atraviesa un período de crisis en todos los campos -político, económico, social y religioso-, que ha desencadenado violencia, saqueos e incendios que no han perdonado las iglesias y locales utilizados para la actividad pastoral. Incluso el proceso en curso de redacción de una nueva Constitución, tras el resultado del plebiscito del 25 de octubre de 2020no parece haber aliviado la tensión, a la que el Covid-19 pandemia.
Talca.
Fides.
21 de octubre de 2021.