Con 55 votos positivos, 1 negativo y 6 abstenciones, el Senado de Argentina le dio sanción definitiva al proyecto de ley de cupo laboral trans que Diputados aprobó el pasado 11 de junio. No hubo un solo discurso que cuestionara la ley.
Dice el proyecto sancionado:
«El Estado nacional, comprendiendo los tres poderes que lo integran, los Ministerios Públicos, los organismos descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales, las empresas y sociedades del Estado, debe ocupar en una proporción no inferior al uno por ciento (1 %) de la totalidad de su personal con personas travestis, transexuales y transgénero, en todas las modalidades de contratación regular vigentes».
Las empresas privadas tendrán incentivos fiscales si emplean a personas trans.
Al contratarlos no se les podrá exigir «terminalidad educativa» tampoco «podrán ser valorados los antecedentes contravencionales ni los antecedentes penales «irrelevantes».
El Banco Nación abrirá una línea de crédito con tasa preferencial para el financiamiento de emprendimientos destinados específicamente a personas trans.
Votó en contra el senador Ernesto Martínez y se abstuvieron: Roberto Basualdo, Julio Cobos, Silvia Elías de Pérez, Laura Rodríguez Machado, Humberto Schiavone y Ma. Belén Tapia.
El «¿debate?»
Norma Durango (Peronismo Pampeano): saludó a los militantes LGBT presentes y como miembro informante describió el proyecto que establece «medidas de acción positiva para la inclusión laboral de personas trans», hayan hecho o no el cambio registral. «Hoy se discute algo más que el cupo trans, estamos discutiendo si este colectivo va a tener los derechos humanos que le corresponden». «Estamos saldando una deuda histórica».
Gladys González (PRO, BsAs): Resaltó la diferencia entre su vida y la de las personas trans: «Mi familia no me rechazó, pude ir a la escuela, trabajo desde los 18 años. Pude elegir». «No entendía el matrimonio igualitario y voté con una mirada parcial, llena de prejuicios e ignorancia, hoy no quiero hacer lo mismo». «Yo elijo hacerme cargo hoy». Recordó que la provincia de Buenos Aires tiene una ley similar que reglamentó la ex gobernadora Ma. Eugenia Vidal.
Ana Almirón (FdT, Corrientes): «En 2012 se sancionó la ley de identidad de género», dijo y agregó que «a pesar de estos avances normativos las personas trans siguen siendo víctimas de actos discriminatorios». Afirmó que la mayoría de ellas estuvieron en el «trabajo sexual» porque muchas veces «es la única salida que les queda». «Hay que romper con los mandatos impuestos culturalmente».
Silvia Sapag (FdT, Neuquén): evocó la lucha de Lohana Berkins y Diana Sacayán. Hizo hincapié en los artículos que garantizan que no se pueda exigir terminalidad educativa ni valorar antecedentes penales, para su ingreso o permanencia en el empleo.
Silvina García Larraburu (FdT, Río Negro): ponderó el activismo travesti: sus marchas, sus consignas, sus banderas. Enumeró varias ciudades de su provincia que ya cuentan con cupo laboral trans. Reiteró que el 90% de la población trans «subsiste con el trabajo sexual».
Ma. Eugenia Duré (FdT, T.del Fuego): «Estamos en una sesión histórica y es un día de celebración». «Durante los gobiernos democráticos feministas y transfeministas se hacen efectivos estos derechos». Abogó por la jubilación anticipada de las personas trans y mencionó que hay 7 provincias y más de 50 municipios que ya tienen cupo laboral trans.
Ma. Eugenia Catalfamo (FdT, San Luis): Repitió que es una reparación histórica y aseguró que es una ley de inclusión social, más que laboral. Recordó que nuestro país está a la vanguardia en este tipo de «conquistas» y ´comentó que en su provincia hace tiempo que se viene trabajando para mejorar la calidad de vida de este colectivo y que para eso tratan de incluirlos en los distintos niveles de la administración pública.
Nancy González (FdT, Chubut): agradeció la militancia de todas las organizaciones LGBT y expresó su felicidad y orgullo por participar de esta sesión. Elogió al actual gobierno y dijo que «la política tiene la capacidad de transformar la vida de las personas». «No hay que normalizar a las personas para que entren en las leyes, sino promover leyes que se adapten a las personas».
Lucila Crexell (Interbloque Federal, Neuquén): «el trans es un colectivo que ha sufrido la exclusión estructural». «La discriminación es el precio pagado por poner en crisis un sexo binario». Leyó estadísticas de la ciudad de Buenos Aires sobre las condiciones de vida de la población trans. Enmarcó el proyecto en leyes tales como: «matrimonio igualitario», «identidad de género», «violencia contra la mujer» y la ley de salud mental que los «despatologizó».
Inés Blas (FdT, Catamarca): Afirmó que no hay mucho que decir cuando se piensa en la larga lucha de este colectivo y pidió disculpas por la demora en el tratamiento. «El trabajo ordena la vida de las personas y permite planificar un futuro». Recordó que ella presentó un proyecto de ley de cupo trans que se tuvo a la vista cuando se emitió este dictamen.
Ana María Ianni (FdT, Sta. Cruz): Se manifestó «militante de este proyecto nacional y popular». Dijo que el trans fue un colectivo «estigmatizado y perseguido, que hoy daba un gran paso en la conquista de sus derechos». «El trabajo formal es algo que el colectivo trans no vive en la cotidianidad» afirmó y aseguró que esto les va a permitir gozar de todos los beneficios que anexa ese tipo de trabajo.
Pablo Blanco (UCR, Tierra del Fuego): Confesó que al inicio de la sesión tenía la determinación de abstenerse, pero al escuchar a sus colegas decidió votar positivamente.
Luis Petcoff Naidenoff (UCR, Formosa): «Cuando se trata de terminar con la discriminación y poner fin a la injusticia no alcanza con una ley, porque existe una historia de arrastre». «El estado tiene que dar un paso más allá de este piso de dignidad, el desafío es cultural y el puntapié inicial lo tiene que dar el estado». «Reconocemos su plan de vida, pero también queremos que construyan con dignidad su progreso social y ahí está el estado».
Daniel Lovera (Peronismo Pampeano): «Han sido criminalizados y excluidos de la sociedad». «Necesitan un trabajo digno que les permita planificar su vida». «La exclusión laboral les impide acceder a cualquier otro derecho». «Necesitamos un cambio cultural que elimine las prácticas discriminatorias».
Notivida/Infocatólica.