Las inversiones de Beijing no reportan ningún beneficio para la economía venezolana. Las empresas chinas violan las leyes locales. Salarios de 2.000 dólares para el staff chino y de 350 dólares para el personal venezolano. Se repiten las mismas condiciones en otras partes de América Latina. Denuncias contra las empresas mineras y petroleras del gigante asiático.
En los últimos 20 años, la importante participación de las empresas chinas en la vida económica de Venezuela no ha generado “una ganancia significativa en materia laboral ni beneficios económicos para ninguna de las partes”. Es lo que se desprende de un estudio publicado en los últimos días por el Centro de Investigaciones China y Latinoamérica, de la Fundación Andrés Bello, que analiza el impacto de las inversiones chinas en las condiciones laborales de los trabajadores venezolanos.
El estudio se basa en entrevistas a trabajadores locales que estuvieron vinculados laboralmente con cuatro empresas chinas que participaron en la ejecución de importantes proyectos en ese país: China National Petroleum Corporation (CNPC), ZTE Corporation, Sinohydro y Gezhouba Group Corporation. La investigación concluyó que las cuatro compañías de Beijing violan la legislación venezolana en materia laboral.
Las principales violaciones se refieren a procesos irregulares de contratación como la subcontratación por terceros, algo prohibido por la reglamentación venezolana. Por otro lado, los trabajadores no gozan de la protección de los sindicatos, y se observa una desigualdad salarial y de trato entre trabajadores venezolanos y extranjeros.
Del estudio se desprende que los trabajadores extranjeros empleados en esas empresas suelen superar con creces el tope de 10% establecido por ley. En el caso de la construcción de la autopista Santa Lucía-Kempis, un proyecto en el que se invirtieron unos 45 millones de dólares, el personal venezolano representaba el 40%; el resto era brasileño (40%) y chino (20%). Los extranjeros ocupaban los cargos de mayor responsabilidad e incluso se denunciaron casos de repetición de cargos (por ejemplo, la existencia de un coordinador chino y otro brasileño).
A pesar de su preparación y trayectoria profesional, los trabajadores venezolanos percibían sueldos mucho más bajos que sus colegas chinos. Mientras éstos últimos cobraban salarios superiores a los 2000 dólares estadounidenses, los de los venezolanos no llegaban a los 350.
“Las condiciones ofrecidas por Venezuela en los convenios alcanzados, abrieron las puertas a la inversión y a la instalación de empresas chinas en el país. Estas condiciones, al igual que en varios países de Latinoamérica, no resultan beneficiosas para los países receptores , entre otras cosas porque se privilegia la mano de obra extranjera en los niveles medios y altos”, explicó Angeyeimar Gil Carrillo, la autora de la investigación.
Gil Carrillo recuerda además que el Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente (Cicdha) ha informado sobre una docena de denuncias de vulneraciones laborales en Latinoamérica en empresas chinas vinculadas a los sectores de la minería, la energía hidroeléctrica y el petróleo.
de Silvina Premat.
Buenos Aires.
AsiaNews.