El presidente Donald Trump reconoció la importancia de la muerte y resurrección de Jesucristo durante una cena de oración celebrada el miércoles en la Casa Blanca.
En su discurso al inicio del evento, Trump dijo que durante la Semana Santa “recordamos dos de los eventos más monumentales de toda la historia: la muerte y la resurrección de Jesucristo”.
“Hace casi 2000 años, durante la semana sagrada, el hijo viviente de Dios entró triunfante en Jerusalén”, declaró el presidente. “Poco después, el salvador de la humanidad, quien trajo la verdad y la luz al mundo, fue traicionado, arrestado, juzgado, golpeado, clavado en una cruz y crucificado. Por nosotros, dio su vida”.
Y como dijo una vez el gran reverendo Billy Graham: «Dios demostró su amor en la cruz cuando Cristo colgó, desangró y murió. Fue Dios diciéndole al mundo: Te amo».
“Tres días después, los seguidores de Cristo encontraron la tumba vacía”, continuó Trump.
Jesús venció la oscuridad y la muerte y prometió nueva vida a toda la humanidad. Y eso es lo que celebramos cada año en Pascua, al proclamar con alegría el domingo: «Ha resucitado».
La muerte y resurrección de Jesús son la esencia de la fe cristiana. Ya sean ricos o pobres, sanos o enfermos, jóvenes o ancianos, en tiempos de paz o de guerra, los cristianos de todo el mundo encuentran consuelo y esperanza en saber que Cristo murió por ellos y que podrían unirse a él en el cielo, y eso es lo que deseamos. Eso es lo que todos deseamos, dijo el presidente.
“Los milagros de la Semana Santa desencadenaron una transformación en la existencia humana”, enfatizó Trump. “Incontables millones de estadounidenses se han inspirado en el ejemplo de Cristo para sanar a los enfermos, defender a sus familias, impulsar a sus comunidades y hacer de nuestro país un país más fuerte, mejor y más grande que nunca”.
Trump pasó a describir el éxito de sus primeros tres meses en el cargo.
«Estamos restaurando nuestra prosperidad, asegurando nuestras fronteras. Estamos reconstruyendo el ejército estadounidense», afirmó.
El presidente enfatizó el esfuerzo de su administración para ayudar a los cristianos perseguidos en todo el mundo y poner fin al “sesgo anticristiano” en Estados Unidos.
Existe un sesgo anticristiano. No se escucha mucho sobre eso, pero existe. Estamos frenando el adoctrinamiento radical en nuestras escuelas y apoyando la libertad de elección de escuela, y vamos a trasladar nuestro departamento de educación y varios departamentos educativos a los estados, donde deben estar”, dijo.
Trump señaló que “prohibió a los hombres participar en los deportes femeninos” y “firmó una orden ejecutiva que convierte en política oficial de Estados Unidos que Dios creó dos géneros, masculino y femenino”.
Estados Unidos ha depositado su confianza en Dios. Siempre será ‘En Dios confiamos’. Eso nunca cambiará, enfatizó.
“Y con la ayuda de Dios, podemos superar cualquier desafío, triunfar sobre cualquier mal y restaurar el espíritu de fe en Estados Unidos para las generaciones venideras”, dijo Trump. “Tenemos un lema muy simple: Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo”.
Trump cerró su discurso deseándoles a todos una “Pascua muy feliz y bendecida”.
El Domingo de Ramos, Trump publicó un poderoso mensaje de Semana Santa, reiterando la importancia de la muerte y resurrección de Cristo para la expiación del pecado de la humanidad y el regalo de la vida eterna en el cielo.
“Por su sufrimiento, tenemos redención. Por su muerte, somos perdonados de nuestros pecados. Por su resurrección, tenemos esperanza de vida eterna”, decía la declaración del presidente el Domingo de Ramos.
“Oramos para que Estados Unidos siga siendo un faro de fe, esperanza y libertad para todo el mundo, y oramos para lograr un futuro que refleje la verdad, la belleza y la bondad del reino eterno de Cristo en el cielo”, dijo Trump en su mensaje.
Por ANDREAS WAILZER.
JUEVES 17 DE ABRIL DE 2025.
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