Una imagen que sorprendió, desorientó y, para muchos, dejó una sensación de inquietud .

El Papa Francisco llegó hoy a la Basílica de San Pedro en silla de ruedas, con el cuerpo envuelto en una manta de lana , sin vestir la sotana blanca, sino simplemente un pantalón negro .

Rostro pálido, respiración entrecortada, mirada cansada: el Pontífice aparece visiblemente cansado, todavía convaleciente tras una neumonía bilateral que lo obligó a ser hospitalizado en los últimos días.  La visita, según informan, se debe al deseo del Papa de visitar a San Pío X y Benedicto XV. 

En los últimos años nunca ha hecho estas visitas de oración, ¡qué extraño!», comenta un canónigo de la Basílica de San Pedro.  

No puede respirar por sí solo», confesó un clérigo de Casa Santa Marta. 

Para la visita de la realeza inglesa, se cortó el oxígeno por un corto tiempo, solo para la foto, que fue estudiada artísticamente porque a estas alturas ya hay terror de sus críticas ”. 

La gestión de la imagen pública del Papa -como ya hemos subrayado varias veces en estas páginas- está hoy en día confiada a un pequeño grupo de personajes del «cicchetto y de la taberna romana» . No es necesario, aquí, reabrir el embarazoso capítulo del Dicasterio para la Comunicación , que desde hace tiempo representa una de las páginas más opacas de este pontificado.

La referencia se dirige más bien a quienes hoy, concretamente, se ocupan del «cuerpo del Papa» , de su manifestación pública, de sus salidas, de su imagen, precisamente.

En las últimas semanas, el Papa ha aparecido en público en condiciones de evidente fragilidad ,  expuesto , casi exhibido , como un símbolo para ser mostrado.

Quienes lo hacen son precisamente algunos de los «sabios colaboradores» que hoy le rodean , figuras que han permanecido al margen de la escena durante años y que ahora buscan un espacio que hasta ahora no han tenido. 

• El domingo pasado , en la Plaza de San Pedro, el Papa fue sacado a la calle sin siquiera abrigo , a pesar del frío.

• Hoy, envuelto en una manta de lana, fue conducido a la Basílica Vaticana en medio del desorden, la improvisación y un ambiente visiblemente abandonado . La suciedad que reina en la Basílica dirigida por el franciscano Mauro Gambetti , ya denunciada varias veces por fieles y visitantes, hizo aún más embarazosa la escena.  

Menos mal que estuvo a punto de morir dos veces ”, añade amargamente un prelado, criticando abiertamente esta elección de llevarlo en estas condiciones.

La ausencia de la sotana blanca hoy en día no puede ciertamente justificarse por la «convalecencia». Incluso lo vimos en el hospital con la sotana y en los últimos días también, con sotana. Más bien, ahora hacerlo aparecer sin sotana, con un ‘poncho’, es un gesto que dice algo más profundo sobre la relación de Francisco con los signos de su ministerio sacerdotal y el papado. 

Nunca ha tenido ningún amor por la sotana , y quienes lo conocen de cerca lo saben bien. Era 
el 14 de marzo de 2013 , el día después de las elecciones. Francisco quería ir a la Basílica de Santa María la Mayor en condición de clérigo . Fue el cardenal Santos Abril y Castelló quien intervino:

Santidad, no puede salir sin sotana. La gente se escandalizaría».

Pero el Papa respondió que se trataba de una visita privada. Aún no se había dado cuenta de que su vida privada ya no existía . 

Hoy, sin embargo, ese capricho regresa. El Papa aparece como quiere: con pantalones y una manta.

Pero el efecto, entre los fieles y canónigos presentes, fue de desconcierto, si no de vergüenza . 

No sabíamos cómo reaccionar ”, dijo una persona que presenció la escena. 

Nos miramos. Nadie entendía lo que estaba pasando. No sabíamos si compadecernos de su enfermedad o reflexionar y comprender que no tenía nada que ver con esta decisión.

En los últimos años, Francisco ha hecho todo lo posible para evitar rodearse de figuras demasiado fuertes o influyentes. Cambió con frecuencia de secretarios y colaboradores, desconfiando de aquellos que mostraban excesiva autonomía o iniciativa.

• Por un lado, temía que acumularan demasiado poder;

• Por otro lado, las relaciones a menudo se deterioran debido a discusiones y enfrentamientos reales. Era imposible continuar por mucho tiempo.

Pensemos, por ejemplo, en uno de sus primeros secretarios, Mons. Guillermo Javier Karcher , destituido tras conceder una sencilla entrevista a un diario argentino, en la que afirmó que el Papa iría con gusto a Argentina. Una observación inocua, pero suficiente para marcar su final. 

Francisco es así: temperamental.  Y sin embargo ahora, en su fragilidad, se ve obligado a confiar, a dejarse llevar . Ya no puede elegirlo todo. No puede controlarlo todo ni a todos. Las palabras de Jesús a Pedro resuenan: 

 
De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y otro te ceñirá, y te llevará a donde no quieras.” 

Pero quizá el Señor pensaba en los hermanos de Pedro , en sacerdotes guiados por la fe y la humanidad. 
No a los laicos ambiciosos , sin habilidades médicas pero dispuestos a jugar a ser médicos de cabecera, sin saber la lengua italiana pero con el fetiche de los méritos como comisionados Rex . 

dCT
silere non possum.

Francisco se presenta con un poncho en la Basílica de San Pedro en el Vaticano

Nos hemos quedado sin palabras: hemos recibido de una de nuestras fuentes, a la que agradecemos –aunque con gran dolor–  calurosamente, el vídeo de la llegada del Papa Francisco esta mañana a la Basílica de San Pedro en el Vaticano ( AQUÍ en MiL  la noticia ).

El Santo Padre aparece vestido de civil, con un miserable poncho y pantalón negro (y obviamente sin solideo).

A continuación os dejamos el vídeo completo, cuya autenticidad nos ha sido confirmada.

Salva la reverencia : ¡pero es ésta la profesión! ¿Es posible que incluso sus colaboradores más cercanos no hayan mostrado respeto por el altísimo cargo que desempeña y no le hayan aconsejado –si no le hayan obligado– a presentarse en público ante los fieles (¡dentro de la Basílica Vaticana!) con un atuendo digno de su cargo?

Incluso el último bastión se ha derrumbado: la sotana blanca del Romano Pontífice.

CIUDAD DEL VATICANO.

JUEVES 10 DE ABRIL DE 2025.

MIL.