Una procesión eucarística de miles de personas recorrió las calles de Indianápolis, en el estado estadounidense de Indiana. Los participantes y comentaristas en Estados Unidos hablan de «la procesión más grande del mundo». Al evento de oración asisten familias con niños, sacerdotes, obispos, así como seminaristas y hermanos y hermanas religiosos.
Varias decenas de miles de personas se reunieron en el centro de Indianápolis para participar en el Congreso Eucarístico Nacional. La procesión, que recorrió más de 1,5 kilómetros de longitud, recorrió las calles de la ciudad, pero también estuvo acompañada por miles de personas reunidas a lo largo del recorrido. De esta manera, los fieles vivieron un encuentro con Cristo escondido en el Sacramento de la Eucaristía, llevado en una custodia al frente de la procesión.
Esta gran manifestación religiosa comenzó en el Centro de Convenciones de Indiana y marchó hasta el Memorial de Guerra de Indiana. En el evento participaron católicos de todas las edades. Tanto los más jóvenes como los mayores y los que están en su mejor momento. En la procesión también participaron sacerdotes, al igual que el obispo Andrew Cozzens de Crookston, Minnesota, y el arzobispo Charles Thompson de Indianápolis. De igual forma también desfilaron seminaristas, hermanos y monjas, y con ellos desfilaron familias con niños, incluidos aquellos que recientemente habían hecho su primera Comunión.
Según informó ncregister.com, los fieles que se encontraban en el camino de la procesión eucarística se arrodillaron cuando se les acercaron sacerdotes con una custodia con el Santísimo Sacramento.
El cuarto día del Congreso Eucarístico Nacional tuvo lugar una gran procesión por las calles de la ciudad. Se estima que entre 50.000 y 60.000 personas llegaron a Indianápolis desde el miércoles para participar en los eventos litúrgicos, conferencias y adoraciones que formaron parte del evento.
El congreso, que es fruto de un proyecto de renovación eucarística a largo plazo de los obispos católicos estadounidenses, tiene como objetivo despertar a los católicos en su fe y amor por la Eucaristía. Todo se hace en preparación para un «Año de la Misión» especial a nivel nacional.
Te damos gracias por las muchas gracias que has derramado sobre nosotros. Jesús, extiéndelos por nuestra tierra, por todo nuestro mundo. Jesús, conocemos la procesión que hemos hecho hoy, es un símbolo, un signo de nuestra peregrinación terrena que aún no ha terminado. Y esta procesión, quizás la más grande en nuestro país desde hace varias décadas, todavía era demasiado pequeña. Todavía hay millones de personas en nuestras ciudades, en nuestras diócesis, que aún no te conocen», oró Mons. Cozzens.
Muchos no te conocen. Muchos no han oído hablar de tu amor. Sabemos que quieres que todas las personas, todas las naciones, se unan a esta procesión. Sabemos que quieres que todas las personas te sigan. Y Jesús, iremos con ellos. Jesús, tráelos a nosotros. Queremos conducirlos a Ti, Jesús”, enfatizó el jerarca en su oración.
pch24/ncregister