Como suele ocurrir en los pasillos vaticanos, la caída del líder de cualquier grupo lleva consigo que arrastre tras de sí a sus más cercanos colaboradores. El cese del cardenal Beniamino Stella como prefecto de la Congregación del Clero, y su caída en desgracia en determinados círculos del Vaticano, le crea dificultades importantes a la carrera eclesiástica del español monseñor Fernando Chica Arellano, eterno candidato a ocupar un obispado en España.
Monseñor Chica Arellano, que nació en Mengíbar (Jaén) el 24 de junio de 1963, ocupa en la actualidad el cargo de Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO. Durante no pocas veces ha estado en las principales quinielas para ocupar sedes españolas, desde el nombramiento como arzobispo de Zaragoza hasta la reciente de Sevilla. Pero, según se repite en los medios con insistencia, algún episodio de su trayectoria se ha convertido en un impedimento. No han sido pocos los intentos últimos de su protector, el cardenal Beniamino Stella, de que ocupara algún importante obispado, una vez que parece estar en punto muerto.
Sin embargo, tanto las buenas relaciones de Chica en España con algunos eclesiásticos, como los servicios que ha prestado en Roma, continúan empujando para que se produzca su deseado aterrizaje en España.
En el año 1986, siendo diácono, fue enviado a Roma a ampliar sus estudios eclesiásticos. Es licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto de Estudios Bíblicos (1989). En Teología dogmática es Doctor por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma (1995) y licenciado en Derecho canónico por la Universidad Pontificia Santa Cruz de Roma (2000).
En el año 2000 fue enviado a la Pontificia Academia Eclesiástica a completar su formación diplomática, obteniendo el título de Diplomado en Derecho Internacional y Diplomático (2002). Estuvo en las Nunciaturas Apostólicas de Nigeria, Colombia y en la Misión Permanente de la Santa Sede ante la Organización de Naciones Unidas en Ginebra (2006).
En junio de 2007 fue nombrado Jefe de la sección Española y encargado de asuntos de lengua española en la Secretaría de Estado. Y ahí es dónde participó activamente en el proceso contra el entonces arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña. También ha sido asistente del Presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica, es decir, de su mentor.
Ahora su carrera parece atascada en la vía muerta de la FAO. Una situación que se enquista por la pérdida de capacidad de influencia del cardenal Stella. Sobre monseñor Fernando Chica Arellano se ha escrito mucho y se seguirá escribiendo. Todo ello ha sido analizado con detalle en los despachos vaticanos.
Por Diego Lanzas.
INFOVATICANA.
