El pasado 12 de mayo de 2020, en forma sospechosa, sorpresiva y de última hora, la Dip. Mónica Robles logró introducir una iniciativa para reformar el Código Civil. Luego de los múltiples fracasos como los foros que organizó a fin de año y donde la sociedad veracruzana le mostró su rechazo a imponer el matrimonio igualitario en Veracruz, ahora ensaya otra estrategia con el contubernio de algunos diputados.
Sorpresivamente, a unos cuantos días de haber presentado esa iniciativa, abusando del confinamiento de la gente, sin hacer una consulta, violentando la ley y aprovechando que la opinión pública está distraída en saber quiénes serán los fiscales encargados de la procuración de justicia y la lucha en contra de la corrupción, dieron a conocer esta mañana el dictamen sobre esa iniciativa.
El dictamen que nos ocupa contiene varios vicios e irregularidades, además de que contradice la voluntad popular. De entrada la misma persona que presentó la iniciativa, es la misma que la dictamina a conveniencia y se prepara para votarla a favor. Es juez y parte en este proceso. Además la iniciativa no se publicó en el tiempo establecido por la ley, más bien se escondió y se dio a conocer a unas cuantas horas para que sea votada. El texto promovido se aparta del resultado de los foros que la misma diputada organizó. En los foros la gente le dijo que no. Con este procedimiento se busca imponer un capricho más que la voluntad de la gente.
Si bien en esta iniciativa, no se toca directamente la figura de Matrimonio Civil, de manera estratégica y dolosa se modica el texto de la iniciativa para transformar la figura del Concubinato, misma que en un principio se planteó en la iniciativa como:
“El concubinato es LA UNIÓN DE HECHO ENTRE UNA MUJER Y UN HOMBRE que, sin que exista un contrato entre ellos, deciden compartir la vida para apoyarse mutuamente y en su caso formar una familia”.
En el dictamen que presentaron esta mañana modificaron el concepto, lo presentan así:
“El concubinato es LA UNIÓN DE HECHO ENTRE DOS PERSONAS, sin que exitista un contrato entre ellos, ambos se encuentren libres de matrimonio y que deciden compartir la vida para apoyarse mutuamente”
La trampa legislativa es que transforman el concepto de concubinato para formar el concepto de uniones de hecho de personas del mismo sexo. Lo preocupante es que dos artículos posteriores a la iniciativa, equiparan los derechos y obligaciones del concubinato al de Matrimonio Civil, todos los derechos que tienen los cónyuges los tendrán ahora los concubinos, un término muy amplio y peligroso.
Realmente es muy preocupante cómo se están operando las cosas en el Congreso de Veracruz; parece que la norma es la imposición, el abuso de poder y el agravio de la sociedad. Los diputados son servidores públicos y deberían realmente servir y representar a sus electores, no pueden aprovechar su posición para imponer los caprichos de una persona o ejecutar y llevar a cabo las intenciones ambiciosas y perversas de otros. La gente los observa y con este proceder tan sospechoso y vergonzoso sólo acumulan malestar. Esto no abona a la sana convivencia y armonía de los veracruzanos.
La reforma que propone Mónica Robles del Código Civil va armada de trampas y perversidad. La mano de funcionarios federales que se han entrometido en la decisión y destino de los veracruzanos es una muestra de la dictadura flagrante que se quiere imponer. No puede ser que los representantes del pueblo se presten a destruir el matrimonio y la familia.
Con esta reforma sobre el concubinato donde se amplía a LA UNIÓN DE HECHO ENTRE DOS PERSONAS, abren la puerta para que la SCJN meta la mano y termine imponiendo sus criterios destructores de la familia y el matrimonio. Por su propia esencia el concubinato no puede sustituir nunca la institución de matrimonio.
Se trata de una trampa para seguir despedazando el núcleo familiar. Ante este capricho y obsesión están violentando y agrediendo la voluntad popular. ¡Que la sociedad esté enterada de estas formas perversas de legislar!
Pbro. José Manuel Suazo Reyes