Joseph René Vilatte (1854-1929) fue un sacerdote francés de la Iglesia Católica Antigua de Suiza. En 1892, viajó a la India y fue consagrado obispo de la Iglesia Ortodoxa Siria de Malankara. Y, en los siguientes años, consagró de forma irregular a una lista de obispos, entre los que había relevantes masones martinistas, rosacruces, etc. Una de las líneas de sucesión irregulares llegó hasta el masón-martinista y gran maestre templario internacional, el francés Ivan Drouet de la Thibauderie.
Este es el informe que presenta Juan José Esteban, como producto de su investigación:
El pasado 8 de octubre de 2024, publiqué en InfoVaticana la noticia Iglesia Ortodoxa Apostólica Antioquena de España: la secta ocultista y el Arzobispado barcelonés.
Dos meses después, tras una investigación profunda y con mucha más información, repaso los vínculos históricos de esta secta ortodoxa-ocultista con el Arzobispado de Barcelona. La realidad supera cualquier ficción.
Joseph René Vilatte (1854-1929) fue un sacerdote francés de la Iglesia Católica Antigua de Suiza. En 1892, viajó a la India y fue consagrado obispo de la Iglesia Ortodoxa Siria de Malankara. Y, en los siguientes años, consagró de forma irregular a una lista de obispos, entre los que había relevantes masones martinistas, rosacruces, etc. Una de las líneas de sucesión irregulares llegó hasta el masón-martinista y gran maestre templario internacional, el francés Ivan Drouet de la Thibauderie.
En 1977, otro masón-martinista y rosacruz, el español Alfonso García Palma, fue consagrado “obispo” por él. Y, en pocos meses, fundó en Barcelona la secta ortodoxa-ocultista Iglesia Ortodoxa Apostólica Antioquena de España.
Tras el fallecimiento de Alfonso García Palma en 1985, su hijo Alfonso García Burgas, consagrado sacerdote por él, fue su sucesor y mantuvo relaciones de comunión con Thibauderie hasta 1995. A raíz de la muerte del francés, García Burgas siguió adelante rodeado de otros relevantes masones martinistas como el italiano Giuliano Gennaro y socorrido por sus vínculos con instituciones, librerías y cargos del Arzobispado de Barcelona que pasamos a conocer.
En 2013, la secta ortodoxa-ocultista Iglesia Ortodoxa Apostólica Antioquena de España fue a parar al local del grupo Ágape de la institución Renovación Carismática Católica de Barcelona, situado en la calle Rosselló, 33. Allí desarrolló sus actividades, ofició sus misas con carga ocultista su líder Alfonso García Burgas y atrajo a interesados en sus supuestos “misterios”.
En 2019, la secta se cambió a un local de otra institución católica, en este caso de los Carmelitas Descalzos de Barcelona, situado en la avenida Diagonal, 424. Allí, en la iglesia de los Carmelitas, siguió con sus actividades y sus peculiares “misas”. En 2023, se torció la situación por una denuncia de irregularidad canónica y ocultismo y terminaron expulsados.
En 2024, sorprendentemente la secta Iglesia Ortodoxa Apostólica Antioquena de España, encabezada como siempre por su líder Alfonso García Burgas, reapareció en la iglesia de los Carmelitas Descalzos de Badalona de la calle Sant Miquel, 44, a pesar de que los habían expulsado los de Barcelona el año antes. Y otra vez las quejas en torno a su irregularidad canónica y el ocultismo provocaron su expulsión. Era el tercer vínculo con una institución católica del Arzobispado barcelonés.
El pasado día 30 de septiembre de 2024, ocurrió algo grave.
Se celebró en la parroquia de Sant Pacià de Sant Andreu de Palomar, Barcelona, el encuentro ecuménico “Tiempo de Creación” de la organización Justicia i Pau, ligada a la Iglesia Católica. El obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova Pellisa, participó codo con codo con el líder de la secta Iglesia Ortodoxa Apostólica Antioquena de España, es decir Alfonso García Burgas, en el evento.
Varios grupos protestantes se negaron a participar por esa presencia inquietante, esa presencia de un representante del ocultismo. ¿Cómo aceptó el obispo Javier Vilanova participar en un acto con un invitado como el citado? ¿Por qué lo admitió el Arzobispado de Barcelona? Cuarto vínculo, en este caso por vía directa con el número dos del Arzobispado barcelonés. Y suponemos que con permiso del número uno, el obispo Juan José Omella.
El remate a todo esto es que Alfonso García Burgas, en 2019, también publicó el libro Uno de tantos, en la Editorial Claret de Barcelona. Un libro recopilatorio de escritos cristianos, ocultistas y alquímicos de Alfonso García Palma. Los Claretianos deberían explicar el porqué de la edición del libro y el motivo por el cual este se sigue vendiendo en su librería a día de hoy, a pesar de lo aparecido ya en prensa en torno a la secta Iglesia Ortodoxa Apostólica Antioquena de España.
Repasados los vínculos de esta secta con instituciones, librerías y cargos del Arzobispado de Barcelona, me surge una duda final ante tanto dato inquietante. ¿Hay nexo entre unos y otros por la condición de masón del fundador Alfonso García Palma?, lo cual implicaría que probablemente más de uno ligado al Arzobispado de Barcelona igualmente lo es. ¿O, por el contrario, todo se limita a la simple membresía de algunos de los citados a la secta?
En cualquier caso, este artículo retrata el estado actual de la Iglesia Católica y los nexos poco claros que tienen algunas de sus instituciones, cargos, etc. con sectas fundadas o encabezadas por masones, rosacruces, etc. y relacionadas con el ocultismo, la magia, por no hablar de algo peor.
Envuelto en estas reflexiones, me viene a la mente una frase de la Biblia que me da esperanzas de que la luz y la verdad prevalecerán. “No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado”. (Lucas 8, 17)
Por Juan José Esteban.
Miércoles 4 de diciembre de 2024.
Infovaticana.