* El testigo clave parece contradecirse y no quiere mantener la fe en declaraciones anteriores, lo que plantea varias dudas sobre la autenticidad de la violencia sexual.
Era el 28 de diciembre cuando el New York Times publicó un artículo sobre la violencia sexual perpetrada por Hamás contra unas adolescentes de nacionalidad israelí.
En el curso de los acontecimientos recientes, estas afirmaciones han sido negadas públicamente por las propias familias judías de las supuestas víctimas que residen en el municipio de Kibbutz Be’eri. Michal Paikin, portavoz del kibutz, y Gillian Brisley, abuela de las dos niñas involucradas, negaron categóricamente que las hermanas adolescentes sufrieran abusos sexuales, contradiciendo el relato difundido por un paramédico militar israelí y reportado por el New York Times.
El paramédico que proporcionó un testimonio clave para el artículo del 28 de diciembre ahora se ha negado a confirmar su relato luego de ver nuevas imágenes que muestran a las víctimas completamente vestidas y sin signos de agresión sexual.
Estas imágenes llevaron a los residentes del kibutz a concluir que las acusaciones de agresión sexual eran infundadas.
Al mismo tiempo, surgen controversias en torno a uno de los autores del artículo, Anat Schwartz, actualmente bajo investigación del New York Times por expresar simpatías cuestionables sobre cuestiones relacionadas con el conflicto palestino-israelí en las redes sociales.
Schwartz, junto con Adam Sella y el veterano periodista Jeffrey Gettleman, contribuyeron a la redacción del artículo ofensivo. Ahora esta pieza es objeto de un acalorado debate sobre su precisión e imparcialidad. En particular, se supo que los familiares de las víctimas no sabían que el artículo trataría sobre presuntos abusos sexuales. Manifestaron que si les hubieran informado sobre este aspecto no habrían concedido ninguna entrevista. Los periodistas habían presentado su trabajo como un simple homenaje a la memoria de las víctimas.
El reciente artículo provocó inmediatamente reacciones críticas, tanto de especialistas externos como de colegas del New York Times. A diferencia de un informe anterior que atribuía a Israel la posesión de abundantes pruebas forenses, esta nueva publicación arroja dudas sobre estas afirmaciones, destacando la ausencia de datos concretos y basándose únicamente en testimonios directos. El evocador título del artículo, «Gritos sin palabras», se inspira en las declaraciones de un testigo presente en el festival de música Nova, que describió vívidamente y con firme convicción una agresión sexual ocurrida durante el evento.
El artículo original había causado un gran revuelo a nivel internacional; Todas las personalidades políticas más influyentes se han manifestado contra cualquier tipo de abuso y violencia, especialmente si se perpetran en zonas en guerra debido a la mayor falta de herramientas de defensa.
Estos eventos plantean preguntas críticas sobre la verificación de fuentes y la ética periodística, especialmente en contextos de conflicto, donde la veracidad de la información tiene un impacto directo en la percepción y comprensión pública de los eventos.
Il Giornale D’Italia.
Miércoles 27 de marzo de 2024.
