Venezuela, una voz de alarma para México.

Héctor Moreno
Héctor Moreno

Un conversatorio con el líder político venezolano, Leopoldo López (exiliado en Madrid) realizado el 7 de abril, permite clarificar las semejanzas y una gran diferencia entre el régimen de Nicolás Maduro y el de México.

En el evento virtual, organizado por el movimiento Misión Rescate México y el Centro de Estudios Políticos y Sociales de México, Leopoldo López identificó varias claves y momentos de la experiencia en su país.

Les extiendo una voz de alarma de lo que está ocurriendo en Venezuela, dijo Leopoldo López.

Para llegar a la dictadura que sufren los venezolanos, Chávez y Maduro aplicaron un proceso progresivo de desmantelamiento del estado de Derecho y la instituciones, explicó.

Pero el fenómeno se minimizó, se decía que se exageraba lo que pasaba en Venezuela, advirtió.

Se dio una represión selectiva y progresiva; se dieron expropiaciones de empresas de todos tamaños y luego de compras con prestanombres del poder y después se fueron ofreciendo excusas para perpetuarse en el poder, abundó.

Narró el desmantelamiento del sector productivo nacional, cómo la iniciativa privada quedó bajo asedio y después se sustituyó a la élite empresarial.

Venezuela obtuvo en una década (2004 – 2014) ingresos por las ventas petroleras como no lo había tenido en 80 años, cuando el precio del barril del crudo se disparó desde 15 dólares hasta llegar a los 150, precisó

“A pesar de eso la economía venezolana está colapsada, hoy tiene el tamaño de una economía de un país pequeño como El Salvador y más pequeña que la de Trinidad y Tobago; 90 por ciento de los venezolanos está en situación de pobreza y el 60 por ciento en pobreza crítica, la inflación contabilizada en dólares se disparó al 230 por ciento, con una consecuente tragedia humanitaria”.

Venezuela vive una narcodictadura, advirtió Leopoldo López, y es una tragedia que se expande por el Continente, a través de una estructura criminal que ha montado Nicolás Maduro para mantenerse en el poder .

Maduro está en el poder no solo por la estructura de gobierno, sino que cuenta con el apoyo determinante de grupos criminales, afirmó. Puso como ejemplo un conflicto reciente de las fuerzas armadas de su país con grupos disidentes de las FARC de Colombia, que en realidad no se trató de un problema limítrofe sino del control de las rutas del narcotráfico, pues el conflicto se dio en un área entregada al control del Cártel de Sinaloa.

“Hoy en muchos ámbitos de la vida, de la economía y del territorio venezolano hacen vida permanente estructuras criminales, las FARC, el ELN, Hezbollá, grupos de contrabando, el Cártel de Sinaloa y otros”.

De acuerdo a datos de la ONU, explicó que Colombia produce casi el 70 por ciento de la cocaína del mundo y la mitad o un poco más de la mitad de la cocaína que sale de Colombia sale por Venezuela, lo que quiere decir que de cualquier gramo de cocaína que se consume en el mundo, al menos el 40 por ciento está transitando por las rutas de Venezuela para salir.

“Hoy podemos hablar de una narcodictadura, no como un slogan propagandístico, sino como una realidad. Nicolás Maduro ha articulado una estructura criminal que lo mantiene en el poder y cuenta con un apoyo internacional decidido, cuenta con el apoyo de China, Rusia, de Turquía, de Cuba y de Irán, como unos aliados mucho más firmes en apoyar a la dictadura que los aliados que hemos tenido nosotros”, aseguró.

 

Los mensajes

El líder venezolano compartió reflexiones a diversos sectores sociales:

A los empresarios:

“A los empresarios, les puedo decir que tengan plena consciencia del contrapeso que le tienen que hacer al poder. En Venezuela hubo una línea clara que fue desmantelar el sector empresarial, precisamente para que no fuera un contrapeso. Mi recomendación es que no olvidemos que la utilidad de la democracia tiene que ver con generar bienestar a la población y allí tiene un importante papel el sector empresarial. Siempre tengan en cuenta que solo en democracia, en un régimen que respete el estado de derecho y las libertades individuales, pueden los ciudadanos generar riqueza y prosperidad”.

A la juventud:

“Hoy, el ámbito educativo desde preescolar hasta la universidad, está coptado por la dictadura. Las universidades venezolanas han sido desde siempre un núcleo muy duro de defensa democrática. La dictadura siempre ha querido destruir nuestras universidades, y siempre se ha encontrado la respuesta valiente y decidida de sus estudiantes y de sus docentes, a pesar de las dificultades. Nuestros jóvenes han crecido en un país en crisis, con una dictadura represora y corrupta que les ha arrebatado todas las oportunidades. Sin embargo, la juventud venezolana, dentro y fuera del país, da ejemplo diario de resistencia. Estoy seguro de que nuestro país cambiará por y para nuestra juventud”

A la Iglesia:

“Por su labor humanitaria en medio de esta terrible crisis y también por su compromiso con la libertad y la democracia en Venezuela. Sin embargo, como practicante que soy, yo esperaría mucho más del Vaticano, porque la situación en Venezuela va más allá de la política, es un debate moral que contrasta el bien con el mal, la luz con la oscuridad”.

A los medios de comunicación:

“La dictadura ha adelantado desde hace varios años una política muy agresiva de censura y represión no solo contra los medios de comunicación y periodistas, que han sido expuestos a procesos judiciales, agresiones físicas e incluso cierres arbitrarios; sino que, además, los propios ciudadanos que hacen uso de redes sociales para expresar sus pensamientos, han sido objetivos de la represión y persecución policial por los esbirros del régimen de Maduro. La idea es sembrar el miedo en todos los venezolanos para que nadie se atreva a decir lo que piensa”.

 

La diferencia

Con las aportaciones de Leopoldo López podemos decir que Venezuela es hoy presa de una narcodictadura que se fue construyendo pacientemente desde el poder por Hugo Chávez (+) y su sucesor, Nicolás Maduro inspirados en un populismo marxista y con aliados internacionales adversarios de Estados Unidos.

México está bajo un régimen populista, con una ruta de autoritarismo similar a la de Venezuela, pero su inspiración es distinta, aquí hay una añoranza del liberalismo juarista de hace dos siglos y de los próceres del priismo rancio del siglo pasado. Estamos bajo una restauración autoritaria del viejo sistema.

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