Una sociedad con madre

"El amor es la única fuerza que puede verdaderamente transformar el mundo." – Benedicto XVI

Elsa Méndez
Elsa Méndez

Amor, el regalo que Dios da todos los días, la fuerza que verdaderamente mueve y transforma al mundo, una fuerza muchas veces poco valorada. El amor está presente en una pareja que se promete amor y fidelidad… cuando se ayuda desinteresadamente a una persona que lo necesita… se encuentra en el cariño y entrega de una madre hacia sus hijos… incluso hay quien dice que el amor de una madre es el mejor reflejo del amor de Dios.

Vida, el regalo que Dios nos dio al momento de nuestra concepción, un don y una posibilidad que tenemos para actuar y trascender en este mundo. La vida es un milagro que ni la ciencia ni la razón han terminado de descifrar por completo. La vida y su potencial la vemos en un niño que inicia a caminar, en la capacidad transformar nuestro entorno y de influir e impactar en otras personas… ninguna vida pasa inadvertida en este mundo, y cada vida es única e irrepetible.

Estos dos grandes regalos que Dios nos ha dado, el amor y la vida, los puso en manos de la mujer, los puso en manos de nuestras madres, quienes son custodia de esta fuerza y este don, y es por eso que la maternidad también es un regalo.

Hoy, lamentablemente, la maternidad ha sido el centro de múltiples ataques. Primero, un feminismo que rechaza la maternidad y promueve el aborto, reduciendo la naturaleza y la esencia de la mujer. Segundo, un relativismo que niega la naturaleza de la mujer como madre, pretendiendo que cualquier “persona gestante” es capaz de embarazarse y dar vida.

Estos ataques que van del reduccionismo a la negación de la mujer como madre han llevado a una desvalorización de la maternidad. Es por eso que una sociedad verdaderamente humanista debe comprender los diferentes roles y la integralidad de la mujer, en especial, en su rol de madre. Una madre, ama, se entrega, acompaña y une a su familia; una madre forma familia y forma hogar; una madre es la custodia del amor y la vida.

Hoy, necesitamos una sociedad con madre. Revalorizar a la maternidad en nuestra sociedad, es necesario, es urgente y es lo correcto. Necesitamos políticas públicas de apoyo a la maternidad, programas en las empresas para madres trabajadoras y leyes que fomenten los derechos de las mujeres como madres. Cuando fui diputada local, promoví la primera iniciativa de ley aprobada a nivel para proteger los derechos económicos, sociales y culturales de la mujer embarazada y del niño por nacer.

He tenido la oportunidad de tener diferentes roles en mi vida, como empresaria, como legisladora, como activista, pero mi principal rol ha sido el de madre y esposa. Acompañar e impulsar a mis hijos en sus sueños, en sus planes, es lo que me ha dado mayor plenitud. Mi familia es, ha sido y será mi principal misión en la vida.

Por nuestras queridas madres que nos han dado vida y amor, por las madres que con su esfuerzo y dedicación sacan adelante a sus familias todos los días, por las madres que nos cuidan desde el cielo… a todas ellas un reconocimiento y un agradecimiento infinito, hoy y siempre. 

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