«Una persona que cree en Dios no se avergüenza de persignarse, tener el rosario en la mano y ser católico»

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Una persona que cree en Dios no se avergüenza de persignarse, de quitarse el sombrero frente a una capilla o de tener un rosario en la mano. No se avergüenza de ser «católico» , afirmó el obispo Mirosław Milewski, en Smardzewo, en la diócesis de Płock, en Polonia.

Somos discípulos del Hijo de María. Ser discípulo, ser cristiano, no puede ser sólo para las vacaciones. El cristianismo debería ser algo cotidiano. El que cree no se avergüenza de persignarse, de quitarse el sombrero frente a una capilla o de tener un rosario en la mano. Estos pequeños gestos son aún más necesarios porque la realidad que nos rodea es muchas veces anticristiana. En muchos lugares de Internet y en el discurso cotidiano se repugna al catolicismo y a la devoción mariana , afirmó el obispo.

Señaló que el cristianismo no se ha extinguido y las estadísticas no reflejan la totalidad de ciertos fenómenos. La forma de este mundo está cambiando y, por supuesto, la Iglesia está cambiando. Ya no importan los números, lo que importa es la calidad del testimonio de fe en Jesús. Para un cristiano, «la verdad más importante es la fe en la resurrección de Jesús, no las pseudoverdades predicadas por personas influyentes o celebridades».

A pesar de las dificultades y obstáculos puestos a nuestros pies, no podemos dejar de construir el reino de Dios en la tierra. No nos dejemos convencer de que una persona trabaja mejor cuando no lleva un medallón con Nuestra Señora o cuando no hay una imagen del Santo en su escritorio. Miguel Arcángel. No aceptemos una situación en la que alguien le dice «señor» a un obispo o a un sacerdote.

No dejemos que nuestro pensamiento se vea perturbado por alguien que hace una cita selectiva de la Sagrada Escritura, pero sólo para insultar a los «católicos». Es imposible vivir y construir un mundo sin Dios. Todo intento de prescindir de Dios termina mal , afirmó el obispo.

Obispo Mirosław Milewski

El predicador enfatizó que todos los «ismos» que supuestamente debían hacer feliz a la gente, como el comunismo o el fascismo, tarde o temprano resultaban ser mortales para la gente. Sirvieron a un grupo específico y seleccionado de personas y tenían como objetivo aniquilar a otros grupos. Este grupo también incluye «la ideología de la impiedad, que afirma que una persona sólo puede ser feliz cuando rechaza a Dios, porque entonces sigue siendo libre». No debemos olvidar que los predicadores de tales «verdades» construyeron campos de concentración y enviaron gente a Kolyma.

En el Día del Ejército polaco, el obispo recordó que el 15 de agosto de 1920 los impíos bolcheviques fueron derrotados en su patria en la batalla conocida como el Milagro del Vístula. – La batalla de Radzymin salvó a Polonia y Europa de las malas ideas de Marx y Engels; de un mundo en el que no existen países diferentes; de pensamientos y puntos de vista totalitarios. Gracias a la intuición militar del mariscal Piłsudski, gracias al entusiasmo del entonces joven ejército polaco y gracias al asalto orante al cielo, hacia Nuestra Señora de la Asunción, se ganó la batalla espiritual por el destino de Europa – destacó el jerarca.

Fuente: KAI

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