* Es investigada: se la acusa de haber sobornado al testigo Monseñor Alberto Perlasca para que dijera falsedades contra el cardenal Angelo Becciu: una mancha del pontificado bergogliano (y de la comunicación vaticana).
En la segunda audiencia del juicio sobre la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado, el Promotor [Fiscal] de Justicia vaticano, Alessandro Diddi, se quejó de quienes «se deshacen en elogios a las pruebas falsas».
Cuatro años después, quizá también le asaltó la duda si hace unos días decidió abrir un expediente por tráfico de influencias, falso testimonio y cohecho precisamente en relación con ese proceso.
La investigación se dirige contra Francesca Immacolata Chaouqui, exmiembro de una efímera comisión vaticana (Cosea). Se la acusa de haber sobornado al testigo monseñor Alberto Perlasca para que dijera falsedades en el juicio que culminó con la condena del cardenal Angelo Becciu.
Esto no es un detalle, ya que Perlasca fue el primero en mencionar el nombre del exsustituto. Es legítimo pensar que, sin el monseñor lombardo, Becciu, no se enfrentaría hoy a una condena en primer grado por malversación de fondos.
- El expediente de Chaouqui también incluye el falso testimonio prestado en la audiencia del 13 de enero de 2023.
- Finalmente, según la fiscalía, ella solicitó a su amiga Genoveffa Ciferri 30 mil euros (y recibió la mitad) POR SU MEDIACIÓN EN EL JUICIO a favor de monseñor Perlasca.Esta última lo confesó a su exinterlocutor, en un reportaje de Le Iene emitido hace aproximadamente un mes.
Todo gira en torno al famoso memorial presentado ante los investigadores vaticanos el 31 de agosto de 2020, en el que monseñor Perlasca atribuyó por primera vez una serie de responsabilidades a su exsuperior, Becciu.
Contrariamente a lo que se afirmó inicialmente, dicha declaración no fue espontánea, sino resultado del condicionamiento ejercido sobre Perlasca en el contexto de las conversaciones entre Chaouqui y Ciferri.
El promotor vaticano, quien en el discurso de clausura del 18 de julio de 2023 había afirmado que el monseñor no era un «testigo manipulado, ni tampoco manipulable», ahora que ya murió Francisco, investiga precisamente para determinar si Perlasca fue manipulado.
Los abogados del acusado, el cardenal Becciu –Maria Concetta Marzo y Fabio Viglione–, hablan abiertamente de manipulación, y en una nota evocaron «un desconcertante plan de contaminación que influyó primero en la investigación y luego en el juicio».
Respecto al escándalo de Londres que tantos problemas ha causado a la Santa Sede, especialmente tras la apertura de la investigación judicial, Francisco se jactó diciendo:
Hemos denunciado el asunto».
Sin embargo, antes de denunciar la ambigüedad de las acusaciones contra Becciu, fue necesaria la publicación en la prensa de las conversaciones privadas entre Chaouqui y Ciferri, y puestas a disposición por esta última a los abogados del otro acusado en el juicio del Vaticano, Raffaele Mincione. Documentos utilizados en el contexto de una demanda presentada ante la ONU.
De estos mensajes publicados por Enrica Riera en Domani , parecería que las acusaciones contra el cardenal Becciu, presentadas por Perlasca en el memorial, son las mismas que Chaouqui supuestamente le hizo a la amiga del monseñor.
Además, esta última, al día siguiente de la destitución del exsustituto [cardenal Becciu], se mostró bastante satisfecha con la supuesta mediación Chaouqui en un mensaje de voz en el que le habría dicho:
«con tu operación salvaste a Perlasca y le hiciste dimitir [al cardenal Beciu]».
En algunas conversaciones (sin respuesta) con el actual sustituto Edgar Peña Parra, Ciferri se habría preguntado cómo Chaouqui conocía «todos los detalles de la investigación vaticana».
En resumen, para la amiga de Perlasca, su interlocutora habría demostrado ser más que fiable, pues poseía información sensible. O bien fueron alardes afortunados, o es legítimo preguntarse:
- ¿quién se los proporcionó?
- ¿Y por qué, como señala «Domani», es ella la única investigada ahora y no quien le pasaba desde dentro del Vaticano toda la información confidencial?
En resumen, la noticia del nuevo expediente aún no nos acerca a la verdad sobre un asunto que corre el riesgo de convertirse en una mancha en la memoria del pontificado bergogliano.
Lo cierto es que la investigación abierta por el promotor de justicia contradice inequívocamente el editorial del director del Dicasterio para la Comunicación, Andrea Tornielli, quien, tras una sentencia de primera instancia, habló de «juicio justo y transparencia» para criticar las objeciones planteadas, entre otras, por la defensa de Becciu.
¿Cómo podemos hablar de «transparencia» si el mismo promotor de justicia investiga ahora delitos como falso testimonio, cohecho y tráfico de influencias, presuntamente cometidos precisamente en el contexto de ese juicio?
Otra mala noticia para la comunicación vaticana que aún debe explicar es ¿por qué incluyó al cardenal Becciu entre los no electores mucho antes del primer documento (marzo de 2023) firmado por Francisco que pretendía excluir al cardenal menor de 80 años del cónclave?.
Se lo preguntamos al director de la Oficina de Prensa, Matteo Bruni, quien, como ocurrió en todas las pocas ocasiones en que intentamos contactarlo para pedir aclaraciones, no sintió la necesidad de respondernos.

Por NICO SPUNTONI.
SÁBADO 7 DE JUNIO DE 2025.
CIUDAD DEL VATICANO.
LANUOVABQ.