* Antinatalismo, climatismo y ecologismo alimentario para adaptar el cristianismo a algunas necesidades políticas y económicas del mundo actual: esas son las comunidades Laudato Sì
El sábado 14 de octubre de 2023, a orillas del Adigio, en la sala episcopal del episcopio de Verona, acogido por Mons. Domenico Pompili y con un mensaje en vídeo del Papa, se celebró el sexto foro de las Comunidades Laudato si’ , titulado “ Duplicar el ‘compromiso’, a partir de la exhortación de Francisco Laudate Deum . Fue un encuentro impensable porque era impensable antes de 2013 y aún hoy resulta decididamente sorprendente.
Empecemos por los ponentes invitados . El primero fue Carlo Petrini, inventor y mecenas del “Slow Food”. Petrini es amigo del obispo Pompili. Fue él quien le presentó a Francesco. Luego, los dos se encontraron varias veces y esto dio lugar a la publicación en 2020 del libro del escritor gastrónomo «Terra futuro» , con un prefacio del propio Pompili. El domingo 15 de octubre, Petrini, junto con el obispo de Verona, resumió también el encuentro proponiendo un manifiesto titulado » Seis hábitos alimentarios ecológicamente virtuosos » que sería el siguiente: « Comer alimentos locales y de temporada, reducir el consumo de proteínas animales, reducir la consumo de alimentos ultraprocesados, reducir el desperdicio de alimentos, reducir el consumo de plástico de un solo uso, reducir el consumo de agua.» No se sabe qué conexión existe entre ser católico y adoptar el nuevo y brillante decálogo ecologista de Petrini y es dudoso que, en definitiva, las comunidades Laudato si coincidan con las comunidades Slow Food .
El segundo invitado fue Gaël Giraud , jesuita y economista francés que trabaja en Washington y autor, entre otras cosas, del libro «La suave transición de la conversión ecológica» publicado nada menos que por el Vaticano. No hay duda, por tanto, de sus ideas respecto a la cuestión medioambiental. También estuvo presente Franco Rovelli, físico y ensayista que elogió ampliamente la reciente exhortación de Francisco. Aquí también un pensamiento perfectamente alineado. Finalmente estuvo presente Carlos Álvarez Pereira, vicepresidente del antinatalista «Club de Roma«. Naturalmente Pereira llamó al Gran Reinicio : porque según él, el modelo de desarrollo es insostenible, necesitamos un cambio que sea al mismo tiempo social, cultural, político y económico, necesitamos encontrar un nuevo camino, compatible con el bienestar humano y al mismo tiempo con la bienestar de todo lo que no es humano.
También podemos observar la sintonía de Pereira con la ideología del foro y por lo tanto notar nuevamente que todos los oradores recitaron el mismo guión a coro, pero eso sería muy poco, considerando lo que fue y es el «Club de Roma», del cual Pereira es vicepresidente.
Como se sabe, este Club, fundado en 1966 por Aurelio Peccei , publicó el Informe «Los límites del desarrollo» (o crecimiento – Límites del Crecimiento ), también conocido como Informe Meadows, en 1972, que presumía de prever las negativas consecuencias hasta 2050 (negativo) de la tasa de natalidad sobre el desarrollo económico.
Fue el primero en prever «emergencias», que nunca se produjeron debido a la producción ideológica, proponiendo como solución la tasa de natalidad.
La ideología del Club de Roma se centra en el hombre visto como el principal creador de los supuestos desastres futuros de la humanidad, revividos hoy con la ideología del cambio climático antropogénico.
La iniciativa del Club de Roma fue entonces parte de una convergencia de múltiples instituciones globales interesadas en proponer un neomalthusianismo sustancial. Si los demás oradores presentes en Verona plantean dudas, la presencia de Pereira causa consternación. La Iglesia (en aquella época) siempre había respondido al ataque al hombre con excusas ecologistas.
Mons. Pompili subrayó que la transición ecológica no es suficiente , es necesaria una «conversión ecológica», cuyo objetivo es dar alma cristiana a una opción política y, además, controvertida y cuestionable. Todo el foro tuvo como objetivo doblegar el cristianismo a algunas necesidades políticas y económicas del mundo actual, sin preparar criterios de juicio, sin hacer referencia a los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, sin tener en cuenta lo que la Iglesia había enseñado sobre estas cuestiones hasta antier. Todos los oradores arremetieron, copiando servilmente de la Laudate Deum , contra el «paradigma tecnocrático», como si la revolución verde no fuera tecnocrática, sino feliz, espontánea y bucólica, y como si las transiciones que requiere no fueran muy costosas para algunos y muy ventajoso para los demás. Muy caro especialmente para los pobres.
Queda por explicar por qué un obispo debería acoger un evento de este tipo, por qué debería celebrarse en una sala de un Episcopio, por qué las palabras de Jesucristo nunca han sido pronunciadas, por qué sólo se invitó a oradores de una sola idea, por qué las conclusiones fueron en manos del Petrini de turno, por qué el vergonzoso decálogo que propuso debería adoptarse como criterio de vida; por qué la gente, incluidos los fieles, no se acostumbran a utilizar la razón; por qué la posición del poder mundialista frente a la crisis medioambiental para que solo puedan hablar los exponentes de líneas culturales y políticas decididamente anticristianas y antihumanas.
Lunes 23 de octubre de 2023.
Ciudad del Vaticano,
lanuovabq.
