Emiratos Árabes Unidos y Bahrein proponen un nuevo intento con Pfizer a los que hayan recibido previamente dos de Sinopharm. El suero chino no habría estimulado la producción adecuada de anticuerpos. El presidente turco Erdogan también recibió una tercera dosis, pero no reveló el producto. Críticas de la oposición: él tres, los ciudadanos esperan la primera.
Emiratos Árabes Unidos (Eau) y Bahrein han decidido poner a disposición la vacuna m-RNA Pfizer / BioNTech para reforzar la campaña de inmunización de la población, inicialmente basada en el producto chino Sinopharm. Los resultados insatisfactorios que surgieron tras el uso de la vacuna fabricada en Beijing, con un aumento de casos a pesar de la presencia de un número considerable de personas que ya recibieron ambas dosis, llevaron a las autoridades a apuntar a un producto que ha mostrado, hasta ahora, mayor eficacia.
Las dudas sobre el verdadero nivel de protección llevaron a Abu Dhabi y Manama a proporcionar una tercera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech. Amplios estudios han demostrado que, en un número considerable de personas, el suero chino no había estimulado la producción adecuada de anticuerpos en el sistema inmunológico, favoreciendo la aparición de nuevos casos durante las últimas olas que afectaron a las dos naciones del Golfo.
El mes pasado se registró en Bahréin el pico más alto de contagios desde que comenzó la emergencia sanitaria, con cerca de 3 mil casos por día. Los Emiratos Árabes Unidos tienen unos 2.000 nuevos positivos por día, menos que el pico registrado en febrero con 3977, pero al menos el doble que a principios de diciembre, cuando todavía faltaba mucho para la campaña de vacunación.
Los contagios se producen a pesar de que en ambos países una gran parte de la población está vacunada, la mayoría con la doble dosis de Sinopharm. En los Emiratos, más del 50% de la población ha recibido la primera dosis, y alrededor del 40% también la segunda. En Bahrein, la primera dosis se administró al 56% de la población y la segunda al 47%.
En los Emiratos se empezó a administrar la vacuna Sinopharm a la población en diciembre pasado y la de Pfizer/BioNTech en abril. Bahrein aprobó ambas vacunas en diciembre. En mayo, las autoridades sanitarias de Abu Dhabi y Manama ofrecieron la posibilidad de recibir una tercera dosis de Sinopharm, debido a los malos resultados de las dos primeras, pero ahora se han decantado decididamente por el vector m-RNA de Pfizer-BioNTech.
La efectividad de la vacuna china parece haber «traicionado» también al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el punto de mira de la crítica por haber recibido una tercera dosis (Pfizer o Sinopharm, por el momento no se sabe) mientras una gran parte del país todavía está esperando la primera. El presidente turco de 67 años recibió la primera dosis en enero y la segunda en febrero; en los últimos días admitió que también se le había administrado una tercera dosis, pero sin especificar el tipo de producto.
En el momento en que Erdogan recibió la tercera vacuna, los ciudadanos comunes tenían que esperar hasta 12 semanas, mucho más de las cuatro recomendadas, para recibir la segunda dosis, debido a la falta de suministros. Entre las voces críticas se encuentra la de Engin Ozkoc, jefe del principal grupo parlamentario de oposición, el Partido Popular Republicano, quien afirmó que «no hay ni una dosis para los ciudadanos, pero sí hay tres para Erdogan». Cerca de 50.000 personas han muerto de covid-19 en Turquía, cuya campaña de vacunación todavía está luchando por despegar. Según estimaciones de Reuters, menos del 20% de los turcos han recibido las dos dosis.
Abu Dhabi.
AsiaNews.
