Paseando por el rastro de Cádiz, el periodista y escritor Francisco Benítez Aguilar se encontró sin pretenderlo con un auténtico tesoro en bruto. Entre trastos viejos y maletas medio rotas se hallaban numerosos documentos personales y escritos de su puño y letra por parte del padre Jorge Loring.
Este sacerdote jesuita que falleció en 2013 a los 92 años es considerado un “gigante de la evangelización” y un “apóstol de internet”, donde a pesar de su avanzada edad fue un precursor y vio en la red una forma de seguir anunciando el Evangelio como antes lo había hecho a través de la televisión o de sus libros, de los que vendió millones de ejemplares. De hecho, sólo de Para salvarte, la obra más representativa de Loring vendió más de millón y medio.
Precisamente Benítez es un gran seguidor del padre Loring y de su obra por lo que este descubrimiento le hizo seguir buscando más textos manuscritos en el rastro. Y los halló. A partir de toda la documentación que ha reunido surgió la publicación del libro Sólo Dios lo sabía. El Diario secreto del Padre Jorge Loring S.I..
El autor recopila, ordena y contextualiza todos estos numerosos documentos que ofrecen otra visión de un jesuita que congregaba a decenas de miles de personas, que llenaba estadios, que evangelizaba por internet o a través de los libros, o que fue un pionero en España en la difusión e investigación sobre la Sábana Santa.
Puede comprar aquí el libro sobre los documentos hallados del padre Loring,
En una entrevista con ReL, Francisco Benítez habla de este libro fruto de su hallazgo y de la figura de un sacerdote que también para él ha sido fundamental en su vida:
-¿Qué sensación tuvo cuando encontró estos documentos del padre Loring?
–Suelo acudir al Baratillo, denominación que se da en Cádiz, desde el siglo XIX, al mercadillo o rastro de los días festivos, en el entorno del Mercado Central y de Correos. Voy siempre por curiosidad y por el ambiente. De hecho, estoy terminando una novela sobre la historia del lugar, antiguo convento de franciscanos descalzos que lograron, con su llegada en 1608, la desaparición de prostíbulos del entorno y su transformación en uno de los principales puntos de encuentro de los gaditanos y visitantes.
Siempre se encuentra algún documento que puede interesar, ya sean cartas, tarjetas postales o libros que no quieren ni en las librerías de antiguo, además de objetos usados y tiestos viejos de todo tipo, generalmente procedentes de mudanzas o limpieza de casas tras algún fallecimiento.
En el caso del padre Jorge Loring, un domingo compré tres series completas de diapositivas que él usaba en sus charlas sobre la Sábana Santa, la Virgen de Guadalupe mexicana y su viaje a Tierra Santa. Tuve la sensación que iba a encontrar más cosas y así fue en los dos domingos siguientes. Entre ellas los originales de cuarenta conferencias que dio por España e Hispanoamérica. Lo cuento en el libro.
Una de la hojas halladas donde el jesuita utilizó los espacios en blanco de sobres de correos usados.
El último domingo, era una maleta verde con herrajes oxidados, muy vieja, la que me esperaba, abierta, mostrando papeles, estampas, cartas de personalidades y otras sin relevancia social, y multitud de apuntes en fichas de papel y muchos sobres aprovechados como hojas de apuntes. Realmente me conmovió. No tuve que regatear mucho, porque el vendedor quería quitarse esa basura de encima. Le dije que no quería la maleta y que el contenido lo metiera en bolsas de basura para llevármelo. Ya en casa, lo que me conmovió, llegó a estremecerme, a indignarme y a sentir un peso de responsabilidad que yo no había buscado.
-¿Qué contenían esos papeles?
–Tenía en mis manos la vida de un joven novicio jesuita que había amado tanto a esos papeles que los guardó durante más de setenta años: su diario, escrito con la sinceridad de la soledad de su celda o camarilla, de puño y letra, en sobres usados de correos, de las cartas que recibía, y aprovechando cada hueco del papel.
El conjunto es una verdadera joya, porque revela su amor al Sagrado Corazón y a la Virgen María, su firme voluntad de ser misionero, evangelizador y el reconocimiento de sus propias contradicciones, sin olvidar anotar sus penitencias corporales, los peligros de la sensualidad y el retrato del día a día del noviciado, la obediencia y su esfuerzo para mantener los votos de castidad y pobreza.
Francisco Benítez Aguilar, autor del libro.
En cada trozo de papel hay una lección de compromiso con la Compañía de Jesús, sin eludir comentarios sobre lo que no le gustaba de sí mismo, de la Compañía y de la situación social y política de España y Europa.
-¿No cree que es demasiada casualidad que los llegara a encontrar usted y no acabaran en un cubo de la basura?
-Habrá que creer en la casualidad. Algunos amigos piensan que es una cuestión de la Providencia; la casualidad no llama a la puerta tres domingos seguidos. Me contentaría en ser un peón en esta serie continuada de circunstancias, pero pienso que lo lamentable es que ese tesoro sentimental estuviese entre tiestos viejos, en contenedores de basura; abandonado y dispuesto a ser rescatado por baratilleros y que parte haya podido perderse en las trituradoras de residuos.
-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de entre todos estos documentos del padre Loring que encontró?
-Sin duda, el diario manuscrito y el riguroso sistema metodológico de fichas para estructurar cada mensaje o comparecencia pública o privada. No dejaba nada al azar.
– ¿Ha visto algo novedoso sobre el padre que no conociera?
– Comprobar documentalmente que jamás mintió a nadie; que conocía perfectamente sus defectos y que tenía claro su objetivo: luchar desde la palabra, por la fe, por la Iglesia, por el Sagrado Corazón, por la salvación de las almas. Supo conjugar los verbos perdonar y comprender en toda la dureza de su propio sufrimiento.
– A grandes rasgos, ¿cómo definiría al padre Loring?
– Un hombre lleno de santidad, con la singularidad de los santos, al estilo de los grandes evangelizadores de la Historia. Hizo sencillo y accesible el rebuscado lenguaje doctrinal católico, adaptándose siempre a los cambios de los tiempos propuestos desde el Vaticano. Es falsa la idea que se tiene de su tradicionalismo. Fue un padre espiritual misionero adaptado en cada momento a las circunstancias que le tocó vivir.
Una de las hojas del testimonio (manuscrito en catorce cuartillas) de su salida del Madrid republicano, poco después de que asesinaran a su padre
– En su opinión la figura de este gran jesuita ha sido ocultada con los años a pesar de haber aportado numerosas cosas en ámbitos muy diversos. ¿Por qué cree que ha pasado esto?
-Nubes hay por todas partes, pero son de poca altura. Por encima está la Luz. El sufrió y sufre incomprensiones hasta en su propia congregación a la que tanto amaba, pero son millones, repito millones de personas, los que lo consideran una persona santa, singular, identificable por sus enseñanzas y por la manera de exponerlas. Por algo fue elegido para clausurar en el año 1961 la gran Misión de Barcelona ante cien mil personas, y por algo cada día son más los seguidores de sus vídeos y publicaciones en redes sociales en las que fue pionero católico. La figura del Padre Jorge Loring está oculta para quienes no quieren ver.
–Sólo Dios lo sabía, el diario secreto del Padre Jorge Loring, S.I., ¿dónde se puede adquirir?
-El libro se presentará oficialmente el viernes 19 de noviembre en el Ateneo de Cádiz, la institución cultural más valorada de la ciudad, de la que es Medalla de Oro. No obstante la obra está ya en numerosas librerías, entre ellas la del obispado de Cádiz y aquí.
Si no se encontrase disponible o se quiere consultar alguna cuestión sobre la obra, pueden escribir al correo electrónico: [email protected].
Aprovecho esta oportunidad, que agradezco, para mostrar mi gratitud hacia Román Martínez del Cerro, José Ignacio Arnedo, Alex del Rosal, entre otros, por impulsar, a pesar de los obstáculos, el inicio del proceso para la beatificación del Padre Jorge Loring que, estoy seguro, llegará pronto.
En ese sentido quiero agradecer también, la buena acogida del libro por parte de Su Santidad El Papa Francisco, a través de la Secretaría de Estado del Vaticano; de S. Em. el Cardenal Marcelo Semeraro, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, en carta manuscrita, y del obispo de Málaga, monseñor don Jesús Catalá, que felicitó al autor «por aportar a la luz esa documentación».
