Danish (10), David (7) y Samson (8) perdieron la vida el 14 de abril tras comer dulces envenenados, mientras que otros cinco fueron hospitalizados en estado crítico, informó Joseph Janssen.
La tragedia ocurrió en el barrio cristiano de Qila Sahib Singh, Punjab, Pakistán.
Según algunas fuentes, un hombre no identificado repartió caramelos envenenados a los niños.
Otros afirmaron que se encontraron dulces envenenados colgados de un rickshaw aparcado. El veneno fue distribuido inicialmente por el municipio de Hafizabad como parte de una operación para eliminar a los perros callejeros.
La muerte de estos niños se produce en un contexto más amplio de creciente violencia y persecución de los cristianos en todo Pakistán.
Más de 25 iglesias fueron incendiadas en Jaranwala en 2023, y los cristianos siguen siendo blanco de una combinación de violencia islámica e indiferencia estatal ante su difícil situación.
Anwar Kenneth, Zafar Bhatti y Shagufta Kiran siguen encarcelados en el corredor de la muerte en virtud de leyes sobre la blasfemia similares a las leyes seculares occidentales sobre la blasfemia.
La mayoría de los cristianos de Pakistán están relegados a trabajos peligrosos y mal pagados como los de trabajadores de saneamiento, a menudo sin contratos, seguridad ni recursos legales.
La exclusión de la educación, la vivienda y los servicios públicos es la norma.
Las mujeres y las niñas cristianas se enfrentan a vulnerabilidades adicionales, como las conversiones y los matrimonios forzados.
Por JOSEPH JANSSEN
DOMINGO 20 DE ABRIL DE 2025.
X/ESNEWS.
