La Catedral de Notre Dame de París ha ofrecido al mundo un vistazo de su interior restaurado, cinco años después de que fuera devastada por un incendio.
El presidente francés, Emmanuel Macron, inspeccionó las obras de renovación el viernes y las imágenes en vivo de las vidrieras, la mampostería color crema, el techo con estructura de madera y los altos techos del monumento se transmitieron en vivo por televisión una semana antes de su reapertura oficial, que será el 7 de diciembre.
Se espera que los líderes mundiales se unan a la reapertura de la próxima semana, pero la lista de invitados aún no se ha revelado.
La “obra del siglo” fue un “desafío que muchos consideraron una locura”, dijo el presidente sobre uno de los monumentos más visitados y queridos de la capital francesa.
Para sorpresa de muchos, el Papa Francisco anunció en septiembre que no asistiría a la reapertura.
En los últimos años, la Iglesia católica francesa se ha visto sacudida por acusaciones de abuso sexual contra clérigos, incluido el monje conocido como Abbe Pierre, un nombre conocido por su ayuda a los indigentes.
Tras el incendio de 2019, que redujo gran parte de la obra maestra gótica del siglo XII a escombros carbonizados y derribó la aguja.
El proyecto de restauración, que costó 700 millones de euros (739 millones de dólares), fue financiado con donaciones de 150 países y llevado a cabo por unas 2.000 personas que participaron en el minucioso trabajo, incluidos arquitectos, andamieros, techadores, fabricantes de campanas, albañiles y constructores de órganos.
La torre gótica del siglo XIX ha sido restaurada con una copia exacta del original.
Notre Dame, que recibió 12 millones de visitantes en 2017, espera recibir una cifra aún mayor de “14 a 15 millones” después de la reapertura, según las autoridades de la iglesia.
Los ministros franceses habían propuesto la idea de cobrar a los turistas una tarifa de entrada al sitio, pero la Iglesia Católica dijo que era importante mantener el principio de entrada gratuita.
Invisible para los visitantes, hay un discreto sistema de tuberías listas para liberar millones de gotas de agua en caso de futuros incendios.
«Estamos muy ansiosos de dar la bienvenida a todo el mundo bajo el techo de nuestra catedral», dijo el arzobispo de París, Laurent Ulrich, en un mensaje en el sitio web de la catedral, expresando la gratitud de la iglesia a todos aquellos que ayudaron a salvarla.
“La noche del 15 de abril, cientos de miles de personas se comprometieron con lo que entonces parecía una apuesta imposible: restaurar la catedral y devolverle su esplendor en el plazo sin precedentes de cinco años”.
Más de cinco años después, la investigación para determinar la causa del incendio continúa y los hallazgos iniciales respaldan una causa accidental, como un cortocircuito, un soplete de soldador o un cigarrillo.
PARIS, FRANCIA.
VIERNES 29 DE NOVIEMBRE DE 2024.
AJ.
