Si bien, una muestra de afecto, como un abrazo, un beso o el estrechar la mano, la pandemia del Covid-19 enseñó a la Iglesia el saber valorar la distancia.
José Luis Escamilla, vicario general de la Diócesis de Torreón, comentó que esta contingencia también demostró la consciencia y la responsabilidad de los feligreses al no asistir a los templos y seguir las misas vía internet, además de atender las recomendaciones emitidas por la Secretaría de Salud.
“Sabemos que es importante expresarnos el cariño con un abrazo o con un beso, pero también sabemos que eso ahorita no se puede. Si nos cuesta, pero entendemos que vale la pena”,
“No solo nosotros como dirigentes, también los feligreses aprendimos a valorar la distancia, el respeto y el cuidado a los demás”, mencionó.
Fue el pasado mes de marzo cuando se suspendieron las misas presenciales, como medida de prevención de contagios.
En julio se reactivaron bajo estrictos protocolos, como reducir la capacidad de asistentes, guardar la Sana Distancia, movilidad ordenada, uso obligatorio del cubrebocas, aplicación de gel antibacterial y prohibición del saludo de la paz.
Cabe mencionar que siete sacerdotes dieron positivo a la prueba del Covid-19, la cual se aplicó a todos para antes de que la Diócesis se sumara a la ´Nueva Normalidad´.
Es por eso que suspendieron sus labores, permanecieron en cuarentena, siguieron los tratamientos y finalmente fueron dados de alta, por lo que ya se incorporaron.
DATO
En marzo suspendieron misas presenciales.
NUMERALIA
Siete sacerdotes se contagiaron de Covid-19.