¿Eres de los que se despiertan con el primer despertador o se acurrucan en la cama hasta que llega la hora de llegar tarde?
San Josemaría Escrivá, sacerdote español y fundador del Opus Dei, fue un gran guía espiritual, y sus escritos contienen preciosos consejos sobre los más diversos temas de la vida cristiana.
Le gustaba mucho hablar de encontrar a Jesús en la vida cotidiana, así que este consejo es para ti, que quieres decidir cada día más por Dios y no sabes cómo empezar:
Particularmente sobre la hora de levantarse por las mañanas, dice:
“Vuélvete todos los días desde el primer momento, levantándote puntualmente a una hora fija, sin dar un solo minuto a la pereza . Si con la ayuda de Dios te superas, habrás avanzado mucho para el resto del día. ¡Es tan desmoralizador sentirse derrotado en la primera escaramuza!” (Camino, 191).
¡Este pequeño ejercicio, como él dice, es la primera pequeña batalla que enfrentamos ese día, y el sentimiento de poder vencer la comodidad y la autocomplacencia nos hará más fuertes para luchar valientemente contra el pecado ese día!
Considera tan importante este momento que incluso le puso un nombre:
“ El minuto heroico” . – Es la hora exacta de levantarse. Sin dudarlo: un pensamiento sobrenatural y… ¡fuera! – El minuto heroico: ahí tienes una mortificación que fortalece tu voluntad y no debilita tu naturaleza”. (Camino, 206)
Esta actitud de hacer (o no hacer) ciertas cosas para fortalecer la voluntad se conoce como “ascetismo” y es una práctica muy fomentada por el cristianismo, porque ayuda a vencer las pasiones y a madurar espiritualmente.
Pero la ascesis no está hecha sólo de grandes sacrificios, ni es sólo de sacerdotes y religiosos. ¡Es algo cercano y accesible! Todos los católicos deben esforzarse por ser mejores cada día, y las pequeñas mortificaciones pueden llegar muy lejos.
Así es la vida cristiana: hecha de pequeños minutos heroicos que, a lo largo de la vida, nos hacen elegir a Dios.
por Victoria Arruda.
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