Camilo Dib, sacerdote de la diócesis argentina de San Rafael, ha sido suspendido de su ministerio tras lanzarse contra su obispo, Eduardo Taussig, con intención de golpearle, debido a la decisión del segundo de cerrar el próspero seminario diocesano.
Y en San Rafael llegaron a las manos. La diócesis de Argentina, en la provincia de Mendoza, lleva tiempo siendo un campo de batalla entre fieles y sacerdotes, por un lado, y su obispo, Eduardo Taussig, por otro. La gota que colmó el vaso fue el decreto del obispo, en el curso de la pandemia y con ella por pretexto, obligando a los fieles a comulgar únicamente en la mano. Muchos de los seminaristas y sacerdotes del seminario diocesano respondieron en rebeldía, negándose a recibir el Cuerpo de Cristo o a administrarlo exclusivamente en la mano, alegando que la Santa Sede ha reiterado en varias ocasiones que los fieles pueden comulgar en la mano, pero siempre tienen derecho a hacerlo en la lengua.
El obispo reaccionó a la tremenda, cerrando el seminario por desobediencia, quizá el más poblado y activo de Argentina, país sumido en la misma crisis vocacional que afecta a toda la región. Cuarenta seminaristas se quedaron sin seminario.
Taussig acudió al Vaticano, que refrendó su decisión, y desde ese momento la tensión entre el obispo y sus sacerdotes no ha hecho más que aumentar. Hasta el presente estallido.
Su protagonista, el padre Camilo Dib, oriundo de la provincia de Tucumán, es un converso del Islam y un oscuro cura de campaña, absolutamente desconocido hasta el estallido de esta deplorable insurrección clerical.
En un comunicado publicado el 22 de diciembre, el Obispado de San Rafael señaló que la agresión se produjo el día anterior, en medio de una cita en la sede episcopal convocada por Mons. Taussig para que el sacerdote explique “su participación en los hechos ocurridos en Malargüe, el pasado día 21 de noviembre”.
“En un momento de la declaración, el P. Dib perdió el control y, de improviso, atacó con violencia al Sr. Obispo. De este primer ataque se siguió la rotura del asiento en que estaba sentado el Obispo”, indicó la diócesis argentina en su comunicado.
“Los presentes intentaron detener la furia del sacerdote que, a pesar de todo, una vez más intentó atacar al Obispo que, gracias a Dios, pudo ser cubierto por uno de los presentes, retirándose de la oficina en la que se encontraban”, añadió.
Indicó que “cuando todo parecía haberse serenado, el P. Camilo Dib volvió a enardecerse y, fuera de sí, trató de atacar una vez más al obispo que se había retirado al comedor del Obispado. Los presentes pudieron impedir que se le acercara y empeorara las cosas”.
“En ese momento también intervino el Párroco de Ntra. Sra. del Carmen de Malargüe, Pbro. Alejandro Casado, quien acompañó al atacante y saliendo fuera del Obispado lo llevó en su vehículo, retirándose ambos definitivamente”, indicó.
El 21 de noviembre de este año, Mons. Taussig visitó la localidad de Malargüe, que forma parte de la Diócesis de San Rafael, y celebró la Misa. La celebración de la Eucaristía fue repetidamente interrumpida por laicos y sacerdotes críticos con el cierre del Seminario de San Rafael ordenado por el Vaticano.
Con información de InfoVaticana