¡Sumemos a favor de la luz, no de las tinieblas!

Mons. Rutilo Muñoz Zamora
Mons. Rutilo Muñoz Zamora

¿Qué más pude hacer por mi viña, que yo no lo hiciera? ¿Por qué cuando yo esperaba que diera uvas buenas, las dio agrias?…

El Señor esperaba de ellos que obraran rectamente y ellos, en cambio, cometieron iniquidades; él esperaba justicia y sólo se oyen reclamaciones
(Is 5, 2.4).

Violencia, inseguridad, robo, pobreza creciente… son el panorama que muestra gran parte de la realidad de hoy. Y nos preguntamos: ¿Por qué se ha llegado a esta situación tan pesada y difícil?

¿Es que Dios no ha hecho algo para ayudar a mejorar esta realidad? ¿Por qué no ha llenado de más sabiduría a sus hijos para actuar con honestidad y justicia?

Pero, tengamos en cuenta que Dios ha hecho mucho por todos, y lo seguirá haciendo por siempre; nos ama al máximo, somos “su viña preferida”,  por eso nos envió a su Hijo Jesucristo, quien nos hace partícipes de un estilo de vida nueva, capacitados para vencer la fuerza del mal, dispuestos para sembrar esperanza, justicia y amor.

Los discípulos de Jesucristo estamos llamados a revisar profundamente nuestro estilo de vida, porque no podemos seguir colaborando con acciones y actitudes de injusticia. Que nuestra conciencia no se desfigure por la fuerza del mal, que nuestra inteligencia sea utilizada para descubrir y desarrollar caminos de vida, y nuestra voluntad sea guiada para hacer lo que es bueno según el plan de Dios y para el bien de los demás.

Nuestra tarea y gran resposabilidad es iluminar esos ambientes, espacios de tinieblas dominados por la iniquidad, para ayudar a cambiarlos, día a día, con perseverancia y con la presencia transformadora de Dios.

¡Sumemos a favor de la luz, no de las tinieblas!

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Obispo de la Diócesis de Coatzacoalcos