Spadaro: “El Papa ha dejado abierta la discusión sobre los ‘viri probati’”

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“La tarea del reformador es iniciar o acompañar procesos históricos. Este es uno de los principios fundamentales de la visión bergogliana: el tiempo es superior al espacio. Reformar significa iniciar procesos abiertos y no ‘cortar cabezas’ o ‘conquistar espacios’ de poder”. Este es el espíritu del pontificado de Francisco, según uno de sus mejores intérpretes, el jesuita y director de La Civiltà Cattolica, Antonio Spadaro, sj.

En un denso artículo publicado en la revista, y en el que se incluyen unas “notas personales” en las que el Papa explica, entre otras cosas, por qué no aprobó definitivamente la cuestión de los ‘viri probati’ en el pasado Sínodo de la Amazonía, Spadaro sostiene que “el Papa tiene muy claro el contexto, la situación de partida; está informado, escucha opiniones; está firmemente unido al presente. Sin embargo, el camino que se propone tomar está realmente abierto para él, no hay hoja de ruta”. O, lo que es lo mismo: “el camino se abre caminando”, en un diálogo con la realidad.

Discernimiento, el motor del pontificado

“Después de siete años, ¿cuál es el motor de este pontificado?”, se pregunta Spadaro, que vincula el modelo de gobierno de Francisco con una personalidad concreta, con un carisma que no casa en los bloques tradicionales. “Quien quisiera tematizar, en el pontificado de Francisco, una oposición entre conversión espiritual , pastoral y estructural demostraría de no haber entendido su esencia”, porque la reforma que plantea el Papa “es un proceso verdaderamente espiritual, que cambia – ahora lentamente, ahora rápidamente – incluso las formas, lo que llamamos estructuras».

El Papa y Spadaro

El Papa y Spadaro

Una personalidad que “afecta el gobierno de la Iglesia de manera estructural, no es solo una cuestión de estilo. Las ideas preempaquetadas son inútiles y la información puede no ser equilibrada y veraz: solo el encuentro y la inmersión permiten un gobierno sabio”, recalca el jesuita, quien insite en que la de Francisco es “una reforma de estilo institucional, quizás aún por comprender y estudiar, sobre todo si se sitúa en relación con los tiempos que vivimos, el presente tiempo eclesial y el futuro del cristianismo”.

Una reforma basada en una palabra clave: “discernimiento”, imprescincdible parea entender lo que ocurrió durante el Sínodo de la Amazonía. Y es que, para Francisco, “”a veces el «mal espíritu» acaba «condicionando el discernimiento, favoreciendo posiciones ideológicas (de ambos bandos), favoreciendo conflictos agotadoras entre sectores y, lo que es peor, debilitando la libertad de espíritu tan importante para un viaje sinodal””.

«Debemos entender que el Sínodo es más que un Parlamento; y en este caso específico no pudo escapar a esta dinámica. Sobre este tema fue un Parlamento rico, productivo e incluso necesario; pero no más que eso. Para mí esto fue decisivo en el discernimiento final, cuando pensé en cómo hacer la Exhortación»

Posiciones dialécticas y antagónicas

En este caso hay “un ambiente que acaba por distorsionar, reducir y dividir la sala sinodal en posiciones dialécticas y antagónicas que no ayudan en nada a la misión de la Iglesia. Porque todo aquel que se atrinchera en «su verdad» acaba siendo prisionero de sí mismo y de sus posiciones, proyectando sus propias confusiones e insatisfacciones en muchas situaciones. Así, caminar juntos se vuelve imposible”, escribe el Papa en la nota compartida con Spadaro.

Abertura del Sínodo para la Amazonia

Abertura del Sínodo para la Amazonia

Sobre la ordenación sacerdotal de viri probati , Francisco escribe: «Hubo una discusión … una discusión rica … una discusión bien fundada, pero sin discernimiento, que es algo más que llegar un consentimiento bueno y justificado o mayorías relativas «. Y continúa: «Debemos entender que el Sínodo es más que un Parlamento; y en este caso específico no pudo escapar a esta dinámica. Sobre este tema fue un Parlamento rico, productivo e incluso necesario; pero no más que eso. Para mí esto fue decisivo en el discernimiento final, cuando pensé en cómo hacer la Exhortación ».

El Sínodo no ha terminado

“No se trata aquí -escribe Spadaro- de resolver la cuestión entre quién tiene razón y quién no, ni si el Papa está de acuerdo o no con el tema de la ordenación sacerdotal de viri probati . Aquí surge la pregunta de cómo se toma una decisión, de la mentalidad y de la necesidad de un discernimiento verdaderamente libre».

La conclusión del Papa es la siguiente: “Me gusta pensar que, en cierto sentido, el Sínodo no ha terminado. Este tiempo de aceptación de todo el proceso que hemos vivido nos desafía a seguir caminando juntos y a poner en práctica esta experiencia”.

¿Y la interpretación de Spadaro? Lisa y llanamente, que “el Papa pide continuar en el discernimiento y deja abierta la discusión”, más allá de “cualquier presión mediática o mayorías de referéndum”. Un discernimiento que tal vez no fuer “realmente tal o más bien una disputa” en el aula sinodal, pero que es una realidad obvia en la Amazonía. No hay ningún ‘No’, sino que todo forma parte de ese proceso.

“No se trata aquí -escribe Spadaro- de resolver la cuestión entre quién tiene razón y quién no, ni si el Papa está de acuerdo o no con el tema de la ordenación sacerdotal de viri probati . Aquí surge la pregunta de cómo se toma una decisión, de la mentalidad y de la necesidad de un discernimiento verdaderamente libre».

Con información de Religión Digital/Jesús Bastante

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