Fieles de la diócesis de Zamora Michoacán, manifestaron sorpresa e indignación por un retiro en el que se realizó una celebración religiosa usando elementos y signos paganos a la creación y en la que participaron sacerdotes y religiosos encabezados por el obispo Javier Navarro Rodríguez,.
Al amparo e impulso del llamado «Proyecto Laudato Sí», diversos momentos del retiro fueron captados en fotografías expuestas en redes sociales, en las que se ve a Navarro Rodríguez presidir lo que parece una celebración de la palabra, ofreciendo copal en un sahumerio.
Quienes remitieron las fotografías del retiro identificado con el hastag #TiempoDeLaCreación2022, señalaron la «discordancia con lo que debe ser la auténtica celebración eucarística bajo los cánones en vigor», usando signos y manifestaciones paganas. Lo más lamentabe fue «el consentimiento del obispo, sacerdotes y religiosas«.
Y añaden:
«Mientras en diversas partes se ha restringido e incluso prohibido la celebración de la Misa tradicional y se ha solicitado a los obispos la vigilancia de la celebración eucarística conforme a los cánones, en Zamora, el obispo Javier Navarro Riodríguez encabeza una ceremonia con signos y elementos paganos que dista mucho, muchísimo, de ajustarse a la liturgia de la Iglesia».
«¿Desde cuándo se obliga a los fieles a asumir gestos ridículos como la de echarse en el pasto para estar en contacto con la tierra? ¡Dios es «el Creador del cielo y de la tierra» y, según recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica, «el Símbolo Niceno-Constantinopolitano explicita: «…de todo lo visible y lo invisible«.
«¡Lo que no se hace al Santísimo, en cambio, se anima y alienta en esa clase de rituales!».
En otra fotografía, se observa a un sacerdote en lo que parece la celebración de la misa a ras de pasto, usando la tierra como altar, lo que sería una grave falta a las normas litúrgicas, ya que la eucaristía debe celebrarse en altar de material sólido, y no sobre elementos naturales que pretendan desvirtuar el significado como presencia misma de Cristo.
A lo anterior, los inconformes remiten a lo expuesto por el autor Savador I. Reding Vidaña, quien recuerda:
«La tierra es nuestro hogar, pero no es nuestra creadora, ni “vela” por nosotros, simplemente está allí, en donde Dios la puso y como Él la creó. Aquellos que hablan de “la madre tierra”, como si fuera una persona, un ser con espíritu, con voluntad propia, se equivocan soberanamente.
“La tierra” es un conjunto de materia, con leyes que la gobiernan que no provienen de ella misma, sino de su creador, Dios. La tierra no es madre de nadie, es hogar de muchos seres vivos: plantas, animales y personas humanas. Pero la tierra misma no tiene vida, tampoco voluntad o poder alguno. No le debemos a este planeta absolutamente nada, ya que no es persona, no hace más que seguir las reglas que le fueron diseñadas e impuestas por Dios.
«Esto es importante por la deificación que se hace de nuestro planeta de parte de algunos grupos con ideas extravagantes. Lo malo es que hay personas que ingenua y entusiastamente le rinden pleitesía, incluso hasta llegar a posiciones realmente fanáticas.»