* La principal agrupación de colegios católicos de España, Escuelas Católicas, anuncia un nuevo «Pacto Educativo» con una asociación contraria al magisterio moral de la Iglesia, que promueve las relaciones entre personas del mismo sexo y su aprobación por los cristianos.
Es indudable que los colegios católicos están en primera línea de la batalla cultural que afecta a la Iglesia. Educar católicamente a los niños en una sociedad que ha ido dejando de ser católica constituye una tarea difícil y es constante la tentación de aguar el mensaje cristiano para asimilarlo al mundo y evitar así problemas con el Estado y con las familias secularizadas.
La eficacia de las tentaciones reside habitualmente en las zonas grises y la ambigüedad, pero, con el tiempo, se van haciendo más y más flagrantes. Este parece ser el caso de los intentos de introducir la ideología LGTBI en la mayor agrupación de colegios católicos de España. Ayer, 14 de diciembre, Escuelas Católicas anunció públicamente en Twitter la construcción de un «Pacto Educativo con Crismhom Comunidad Cristiana LGTBI+H». En el tuit, se afirma que «todos nos necesitamos en la aldea de la educación para sabernos cuidar, acompañar y comprender en la diversidad» y se enlaza al perfil de la asociación LGTBI.
Escuelas Católicas, formada por la unión funcional de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA) y Educación y Gestión (EyG), agrupa a más de 2.000 centros católicos, 1.200.000 alumnos y 80.000 profesores. Resulta, pues, sorprendente que el grupo que abarca a dos mil centros católicos españoles haya concluido un «Pacto Educativo» con una asociación LGTBI diametralmente opuesta al magisterio de la Iglesia. En la foto que anuncia el Pacto aparece, con una gran sonrisa, Pedro José Huerta Nuño, Secretario General de Escuelas Católicas, sacerdote y religioso trinitario. Según indica la página de la Fundación Educación Católica, el P. Huerta Nuño es, entre otras cosas, experto en «liderazgo espiritual, mindfulness e interioridad».
Al parecer, no se trata de un nuevo rumbo tomado por Escuelas Católicas. De hecho, en su página web, entre las «alianzas» de la entidad católica aparecía ya anteriormente la que mantiene con «Cristianas y Cristianos de Madrid LGTB+H (Crismhom)», lo que indica una colaboración asentada. La pequeña asociación Crismhom, que tiene su sede en el madrileño barrio de Chueca, difunde el habitual mensaje del colectivo LGTBI, pero con un leve barniz cristiano, considerando que las relaciones entre personas del mismo sexo son buenas y queridas por Dios. El presidente de la asociación, que se declara anglicano, afirmó en una entrevista publicada por ABC: «En mi niñez me culpaba por ser gay. Pero ahora doy gracias a Dios por ser gay y cristiano».
En la misma entrevista se habla de cinco sacerdotes madrileños que participan en las actividades de la asociación e incluso celebran la Misa con los miembros, sin ninguna objeción por parte de sus obispos. La asociación otorga cada año el Premio Arcoiris CRISMHOM para «galardonar a aquellas personas o entidades que se hayan destacado por su defensa de la realidad LGTBI+ cristiana».
Aunque no se han publicado los detalles del pacto de Escuelas Católicas con Crismhom, su misma existencia suscita numerosos interrogantes. ¿Cuál es la utilidad de un «Pacto Educativo» con una asociación contraria al magisterio de la Iglesia? ¿Es solo un gesto de cara a la galería y, de ser así, por qué quiere Escuelas Católicas aparecer públicamente con un grupo que fomenta las relaciones de personas del mismo sexo? Y si, por el contrario, se trata de una verdadera colaboración sustancial, ¿en qué van a colaborar las dos entidades? ¿Qué consecuencias va a tener esa «alianza» para los niños educados en los colegios afiliados a Escuelas Católicas? ¿Cuál es la postura real de Escuelas Católicas con respecto a las relaciones entre personas del mismo sexo y la moral de la Iglesia en ese ámbito?
MADRID, ESPAÑA.
JUEVES 15 DE DICIEMBRE DE 2022.
INFOCATÓLICA.
