Sorprende Benedicto XVI con una carta personal en la que resalta la contribución del estudio sobre la acción histórica de Dios

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Tras el encuentro con el Papa Francisco, que tuvo lugar el pasado 6 de abril, y dos cartas de la Secretaría de Estado vaticana de agradecimiento por la labor del Centro Gioachimita de Estudios Internacionales, el Prof. Giuseppe Riccardo Succurro recibió otro extraordinario testimonio: el del Papa Emérito Benedicto XVI.

“Cuando en la década de 1950 escribí mi obra sobre la Teología de la historia de San Buenaventura tuve que utilizar la edición del siglo XVI, publicada en la República de Venecia. En ese momento – escribió el Papa al presidente del Centro de Estudios – Gioacchino todavía era considerado un soñador sobre cuya obra se prefería callar… Desde entonces, la obra de Gioacchino ha sido el centro de extensos debates y el silencioso abad de Fiore estaría asombrada de todo lo que hoy se le atribuye”.

El Papa prosigue en su hermosa carta con un significativo reconocimiento a la operación cultural más importante que el Centro Studi realiza desde hace cuarenta años, la publicación de las obras de Gioacchino da Fiore, que permite inspirarse en el pensamiento del abad calabrés y no a las interpretaciones y manipulaciones que caracterizaron su lectura: «Por eso, representa una necesidad absoluta la publicación de una edición crítica moderna de sus escritos, que usted correspondió con su Centro Internacional de Estudios Gioachimiti».

El Papa concluye su extraordinario testimonio pidiendo el envío de los libros editados por el Centro de Estudios. En la década de 1950, Ratzinger escribió una importante obra, “San Bonaventura. La teología de la historia”, publicado posteriormente por la Porciúncula en 2008. El volumen ofrece un estimulante estudio de los aspectos culturales y religiosos de la societas chistiana del siglo XIII y un análisis del debate sobre el papel del franciscanismo. Ratzinger estudió la comparación entre la concepción de la historia de Buenaventura y la del abad de Fiore y estudió la influencia de Joaquín en Buenaventura.

Según Ratzinger, san Buenaventura acogió la concepción joaquinita de Cristo como el «centro de los tiempos», y no sólo «el fin de los tiempos». Ratzinger argumenta que “la idea de considerar a Cristo el eje del tiempo es ajena a todo el primer milenio cristiano y surge sólo en Joaquín… quien se convierte, precisamente en la Iglesia misma, en el precursor de una nueva comprensión de la historia que aparece para nosotros hoy ser la comprensión cristiana de una manera tan evidente que nos cuesta creer que en algún momento no fue así”.

Según el Papa Benedicto XVI, san Buenaventura está en sintonía con Joaquín al entender la revelación “ya no simplemente como la comunicación de algunas verdades a la razón, sino como la acción histórica de Dios, en la que la verdad se revela gradualmente”. Esta es la renovada idea de revelación que habría transmitido Ratzinger, teólogo experto designado en el Concilio Vaticano II, en los documentos conciliares sobre la Revelación divina.

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Por Francesco Manarino

ROMA, Italia.

Martes 6 de septiembre de 2022.

CALABRIADIRETTANEWS.

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