* Si bien no sabe si realmente estamos viviendo en el fin de los tiempos, «ciertamente parece así, y por eso necesitamos una fuerte intervención de Nuestro Señor».
El cardenal Raymond Burke cree que posiblemente estemos viviendo en los “últimos tiempos”.
“¿Son estos los últimos tiempos? No lo sé. Nuestro Señor mismo dijo que le corresponde al Padre tomar estas decisiones. Pero ciertamente parece que es así, y por eso necesitamos una fuerte intervención de Nuestro Señor”, escribió Burke en una publicación de X el jueves, en la que invitó a las personas a unirse a una novena de nueve meses a la Santísima Madre.
En una publicación posterior en X el lunes, Burke invitó a su audiencia a invocar la intercesión de la Virgen María para obtener la gracia de ser “fieles y valientes ‘colaboradores en la verdad’” con Cristo. Contó cómo Nuestro Señor había enviado a la Santísima Madre a través de apariciones para llevarnos de regreso a Dios a través de los siglos, como en 1531, cuando el “sacrificio humano” asoló México y la revuelta protestante atacaba a la Iglesia Católica en Europa. Luego, Dios envió a Nuestra Señora de Guadalupe para “traer innumerables corazones a su Inmaculado Corazón para que pudieran descansar en Su glorioso Corazón traspasado, encontrando allí el buen orden de la Ley Divina y el Amor.
El cardenal hace un llamamiento a “todos los católicos de Estados Unidos” y de otros lugares para que regresen a la Santísima Madre y se unan a una novena en su honor. Regístrese para recibir reflexiones y recordatorios de la novena en su sitio web Return to Our Lady .
El 13 de julio, Burke reconsagró Estados Unidos al Inmaculado Corazón de María durante un evento mensual para conmemorar los aniversarios de las apariciones de Fátima, al que asistieron alrededor de 3.000 fieles católicos.
Durante su homilía, Burke llamó a los católicos a prepararse para la posibilidad del martirio por permanecer fieles a Cristo.
“Debemos recurrir diariamente a Cristo y abrazar el martirio blanco de la indiferencia, el ridículo y la persecución”, declaró, advirtiendo que “algunos de nosotros incluso podemos ser llamados a dar el testimonio máximo del martirio rojo, de la muerte permaneciendo fieles a Cristo y a su plan para nuestra salvación y la salvación del mundo”.
“Cada uno de nosotros está llamado, con María Inmaculada, a hacer nuestra parte en la obra salvífica de Cristo, según nuestra vocación en la vida y nuestros dones distintivos”, explicó.
“Cada uno de nosotros está llamado a orar y hacer penitencia por la conversión de Rusia, a realizar los Primeros Sábados de Reparación y a rezar el Rosario, conservando en nuestro corazón, uno con el Inmaculado Corazón de María, todo lo que Nuestro Señor ha dicho y hecho por nuestra salvación eterna”.
“Que nosotros, unidos de corazón con el Inmaculado Corazón de María, conservemos siempre en nuestros corazones el Misterio de la Fe, para que, con María, podamos llevar a Cristo y su obra salvífica al mundo”, oró el prelado.
Por EMILY MANGUARACINA.
LUNES 16 DE SEPTIEMBRE DE 2024.
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