En Colombia no son los políticos elegidos por los ciudadanos quienes aprueban las leyes que corrompen la naturaleza moral y destruyen el bien común de la sociedad. Tal papel lo han asumido, sin que nadie parezca hacer nada por impedirlo, los pocos jueces que componen la Corte Constitucional. Su última fechoría ha sido legalizar el suicidio asistido, que estará disponible incluso para los que sufran problemas psicológicos.
La Corte Constitucional colombiana vuelve a demostrar que es el instrumento usado por las logias masónicas y los dirigentes del Nuevo Orden Mundial para convertir el país en uno de los más avanzados en la cultura de la muerte y todo lo que vaya en contra de la ley natural. Recientemente, el pasado mes de febrero, legalizó el aborto hasta la semana 24 de gestación. En agosto del año pasado declaró válida la unión marital de hecho entre adolescentes y adultos sin el permiso de los padres. Y ayer despenalizó ayer miércoles el suicidio médicamente asistido
El alto tribunal, con seis votos a favor y tres en contra, decidió legalizar este procedimiento inmoral y contrario al juramento hipocrático al aceptar la demanda en ese sentido presentada por Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DescLAB).
Tras la sentencia, el suicidio médicamente asistido podrá aplicarse cuando el paciente haya sido diagnosticado con una lesión corporal o una enfermedad grave e incurable, así como cuando la persona sufra dolores físicos o psicológicos que le permitan vivir una vida digna. Es decir, no solo podrán acceder los enfermos terminales sino los que padezcan enfermedades psiquiátricas y/o psicológicas.
InfoCatólica.
