En algunas “escuelas de liderazgo” que se denominan católicas, hay profesores que aseguran que el socialismo es una forma de gobierno adecuada, ya que en la Biblia hay referencias a comunidades donde no habia clases sociales ni propiedad privada. Sin embargo, aunque algunos cristianos confundidos aseguren que Jesucristo jamás defendió la propiedad privada, es necesario recordar que en la Biblia, hay varias referencias a la propiedad privada. La Iglesia siempre ha defendido la autonomía y el la posibilidad de desarrollo de los seres humanos. Voy a mencionar algunos fundamentos bíblicos, de manera enunciativa para dar mayor luz en este tema:
- Éxodo 20:15 y 20:17
- Éxodo 23: 10 y 23:19
- Levítico 25:1-11
- Josué 18: 1-10
- Josué 19: 51
- Josué 21: 41-45
- Josué 24: 13
- Números 26:52
- Números 32:22-29
- Números 33:51-54
- Deuteronomio: 5:19 y 5:21
- Deuteronomio 19:14
- Deuteronomio: 25:19
- Deuteronomio 27:17
- Proverbios 23:10
- Miqueas 2:2
Es importante reflexionar sobre el contenido implícito dentro del séptimo y décimo mandamientos: “No robarás” y “No codiciarás los bienes AJENOS”. Estos dos implican la existencia de la propiedad privada y mandata que no debe privarse a nadie de lo propio, así como que también está mal codiciar bienes ajenos, bienes que son de alguien en particular.
Para los católicos, es recomendable leer la encíclica Rerum Novarum, por la cual el Papa León XIII señaló que la propiedad privada es un derecho natural. Escrito este texto en 1891, el papa denuncia tanto las injusticias de la era industrial, así como la falsa respuesta al liberalismo, el socialismo. Ninguna de estos sistemas permiten el desarrollo del ser humano en plenitud. En uno, se promueve la concentración de riquezas y muchas desigualdades. En el otro, se homologa la pobredumbre y se fortalece la fuerza del Estado.
Hoy, muchos cientos de años después, seguimos discutiendo sobre la forma de gobernar que asegure mayor justicia “social”. Conocemos las desigualdades que derivan del capitalismo. Pero en los países que cayeron bajo el socialismo, las personas fueron privadas de su dignidad humana, de su autonomía y de su libertad. El socialismo no ha sido exitoso en ningún país del mundo. La realidad es que sólo en el libre mercado se puede garantizar la dignidad y la libertad del hombre, para mejorar sus condiciones de vida.
Aunque existan académicos que con la etiqueta “cristiana” busquen asentar las bases de un nuevo socialismo, así como promover los valores posmodernos de la agenda 2030, nosotros como ciudadanos independientes, tenemos el derecho y la obligación de reflexionar. El relativismo nos está matando. Debemos formarnos y aprender a distinguir entre lo que es propaganda, manipulación e información seria. Cuando escuches a a algún “intelectual” decir que Cristo era comunista y/o socialista, creo que es necesario entender que Él no estaba a favor del abuso de poder, ya fuera de los ricos o de los gobernantes.
El papa Juan Pablo II escribió en Centesimus Annus lo siguiente: “La obligación de ganar el pan con el sudor de la propia frente supone, al mismo tiempo, un derecho. Una sociedad en la que este derecho se niegue sistemáticamente y las medidas de política económica no permitan a los trabajadores alcanzar niveles satisfactorios de ocupación, no puede conseguir su legitimación ética ni la justa paz social 88. Así como la persona se realiza plenamente en la libre donación de sí misma, así también la propiedad se justifica moralmente cuando crea, en los debidos modos y circunstancias, oportunidades de trabajo y crecimiento humano para todos”.