El párroco de María Auxiliadora de Algeciras, en el sur de España, el padre salesiano Francisco Javier Cánovas Rodríguez SDB, se inventó una broma especial para el comienzo de la Cuaresma.
Al final de una eucaristía, supuestamente dedicada a la «renovación del bautismo», dijo a los presentes, entre ellos muchos niños, que el agua bendita no había sido suficiente para ellos.
Así que sacó una enorme pistola de agua y roció a los fieles: «Los niños estaban tan contentos que saltaron en el pasillo para recibir el agua», escribió DiarioArea.com (25 de febrero).
Según el periódico, el gesto «sorprendió» a los asistentes a la ceremonia. La sorpresa fue captada por teléfonos móviles y subida a las redes sociales.
DiarioArea.com cree que se trató de una forma «innovadora» de acercarse a los niños para demostrar que la religión y la diversión pueden ir de la mano. Sin embargo, para ser más realistas, la ocurrencia del padre Cánovas enseñó a los niños que su «religión» no debía tomarse en serio.
Lunes 26 de febrero de 2024.
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