El sitio web Vatican News , que hace años sustituyó al de la histórica Radio Vaticano, con un texto y un vídeo del 23 de enero informa de la conversación telefónica entre el Papa Francisco y miembros de la única parroquia católica existente en Gaza. No es la primera vez. Se dice que a las 19 horas, puntualmente, a partir del 9 de octubre de 2023, el Santo Padre llama todos los días a los sacerdotes: al párroco, el padre Gabriel Romanelli, o al vicepárroco, el padre Yusuf Asad. Habla a menudo con los fieles.
El miércoles 23 de enero, Vatican News quiso difundir también el vídeo de la conversación (el Papa hablando por teléfono móvil). Es aquí donde reaparece algo conocido desde hace algunos años: en la sala del Pontífice, en la parte dedicada a un despacho privado, pero también en otras salas de Santa Marta, una obra del ex jesuita Marko Ivan Rupnik, actualmente por segunda vez bajo Juicio canónico para esclarecer gravísimos asuntos de abuso sexual y poder sobre al menos 20 mujeres en tres décadas.
Se sabe que Rupnik, al final del primer proceso del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, fue condenado con la confirmación de la excomunión. Era el mes de mayo de 2020. Unos días después, por decisión del Papa Francisco, nuevamente en mayo de 2020, esta excomunión fue revocada. El sacerdote esloveno, hoy en Koper, fue juzgado por haber absuelto a un cómplice en una confesión, uno de los delitos más graves en el ordenamiento jurídico de la Iglesia.
La amplificación ostentosa y deliberada de la presencia de las obras de Rupnik (tanto originales como reproducciones) donde vive el Pontífice, gran amigo personal del famoso, rico e influyente mosaiquista, es un acto repugnante que no honra al Papa Bergoglio, al contrario. … No hay ninguna razón en el mundo que pueda explicar, mucho menos justificar, este comportamiento del Papa Francisco que parece una bofetada a las víctimas del abusador en serie autor de conductas criminales repugnantes.
Más allá de la excepción de excomunión.
Al resaltar esta crítica no queremos entrar en la polémica sobre qué hacer con las obras del ex jesuita Rupnik. Es una controversia que podría servir como arma de distracción masiva. Sólo hay una cosa fundamental y central: las víctimas, inauditas y desacreditadas durante años.
Marko Ivan Rupnik cometió horrendos abusos sexuales durante décadas, aprovechándose de su poder, sus protecciones y su capacidad para manipular las conciencias. Esto está establecido y fuera de toda duda.
Ahora mismo, desde hace más de un año, Rupnik se encuentra en proceso canónico precisamente para investigar estos abusos. En el pasado, sus delitos se consideraban prescritos y, por tanto, impedía un juicio. Desde octubre pasado, tras la anulación de la prescripción por decisión del Papa, un tribunal eclesiástico investiga.
Rupnik es lo que es y lo que todo el mundo ya conoce. Muchos lo saben desde hace más de veinte años.
Ésta es la pregunta. El Papa debería haber evitado, por precaución institucional, por misericordia humana y por sabiduría pastoral, esta exposición de las obras de una persona como Rupnik. Los que hicieron el último vídeo e incluso los de hace algún tiempo podrían haber hecho lo mismo.
Nada puede explicar o justificar este desafío altivo y anticristiano. Hacer cosas de este tipo es lo contrario de lo que el Papa Francisco dice cada dos días: «estén cerca de las víctimas». Y a todo esto habría que sumarle el error anterior del Papa: la exención de la excomunión.
Card. Fernández: El juicio a Rupnik aún no ha comenzado. Hay que formar el tribunal. Hay casos más graves pero menos conocidos.
Días atrás, en una entrevista, el diario español «Alfa y Omega» preguntó al Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, card. Víctor Manuel Fernández, noticias actualizadas sobre Rupnik.
El cardenal respondió: «En realidad, estoy pensando en muchos otros casos, algunos quizás más graves aunque menos mediáticos. No podemos pensar en una nueva ley – [el cardenal se refiere al estudio en curso sobre la codificación de la «caridad espiritual» «crimen», ahora inexistente ] – sólo para un caso, porque esto podría limitar la visión y también socavar la objetividad del trabajo. En el caso Rupnik , el Dicasterio completó la fase de recogida de las informaciones encontradas en diferentes lugares y realizó un primer análisis. Ahora ya estamos trabajando para establecer un tribunal independiente para pasar a la última etapa a través de un proceso de justicia penal. En casos como este es importante encontrar a las personas más adecuadas y tolerantes.» ( Victoria Isabel Cardiel C. – Alfa y Omega)
Cabe señalar una frase inquietante del cardenal prefecto: » En realidad, pienso en muchos otros casos, algunos quizás más graves aunque menos mediáticos». Francamente, leer estas palabras me da escalofríos. Acontecimientos incluso más graves que el de la p. Rupnik en el estado actual de las cosas parece impensable, pero el prefecto dice que tal vez los haya.
Por LUIS BADILLA.
CIUDAD DEL VATICANO.
MIÉRCOLES 29 DE ENERO DE 2025.
MIL.
