Hay tintes masónicos en el membrete “Sí por México” y un entreguismo por etapas: quiere meter a todos en una misma canasta y esto no tiene cabida con el bien.
“El mal no tiene derechos, el error no tiene derechos. Las personas se pueden equivocar, pero no las ideas; es contrario a la fe católica, a la Tradición de la Iglesia y a su Magisterio, y el católico tiene la obligación de denunciar ese proceder”, declaró Juan Bosco Abascal, fundador y presidente vitalicio de la Escuela Mexicana de Psicología Realista S.C.
Entrevistado en exclusiva por la Agencia Católica de Noticias, precisó que el primer tinte masónico de ese membrete, es decir: “todo está bien, en un relativismo verdaderamente asombroso en donde nada es verdad, nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.
“El segundo tinte masónico, -amplió-, es el hedonismo: “con que te guste, está bien”, si te causa placer es bueno, si te causa alegría es magnífico; sin embargo, todo lo que no te cause alegría: corporal, física, sexual, entonces es calificado de nerd o de un cristianismo rancio y de ultraderecha”.
Se deslinda de Sí por México y Frena
Señaló que abandonó ambas agrupaciones, de las que dijo tajante: “me deslindo de Sí por México y de ser líder intelectual, económico, del Frente Nacional Anti-AMLO (Frenaaa)».
Sostuvo que de Frena lo expulsaron por tener idearios católicos.
Dijo que Sí por México quiere ‘barrer’ a Morena con las mismas ideas de ese partido, sólo que disimuladas.
“No mordí el garlito. Desde que el principio, cuando empezaron a hablar: “vamos a unirnos todos”, “es el momento de la unidad”, empecé a estudiarlos”,
advirtió.
“No voy a dar nombres, no me gusta personalizar, pero hice un análisis de quiénes están, cómo piensan, qué han hecho, cuál es su trayectoria, qué males han denunciado, qué principios han defendido, y deduje: son un ejército de inválidos”,
planteó.
“No proclaman el bien, no proclaman la verdad, no proclaman la belleza y por lo tanto no pueden haber unidad. La paz, la unidad, la concordia y el amor, solamente pueden darse en torno a valores absolutos, el cual es Cristo”,
remató.
Reprochó que los que encabezan a dicho membrete “no tienen el valor para decir: ¡Somos cristianos! ¡Somos católicos!”.
“Te dicen en privado que son muy católicos, y en privado van y comulgan: eso se llama católico vergonzante (…). Soy absolutamente incompatible con un movimiento que no proclame explícitamente la verdad”.
Confió en que no se silencien las organizaciones provida que se quedan con Sí por México.
Explicó que las raíces de la masonería en sus diversas logias se remontan en una época inmemorial de la era cristiana, contra Cristo directamente y su Iglesia.
Indicó que lo que prevalece hoy son logias que se discuten el poder, “unas son sicarios, destinados a imponer regímenes violentos y crear mayor violencia que la observada en Nicaragua, Cuba, Rusia, Venezuela”.
Planteó que en México, opera el Ejército y la Guardia Nacional contra el país, tras argumentar que “cada día más entes militarizados y armados tienen derecho a entrar a las casas, sin una orden de aprehensión, operativos ilegales que son bajo criterio de un comandante desconocido (…), pueden determinar que eres un criminal de peligrosidad; eso ya está vigente en México en forma práctica”.
En ese contexto, no descartó que se dé el milagro de la conversión de algún cuatrote por ahí, al hacer alusión de nuevos membretes que imitan a una Cuarta Transformación recargada.
En sentido metafórico, dijo que ese sector de masones, a los que denomino: sicarios, “se inventan un movimiento en donde hacen una revoltura elaborada con sustancias, las cuales, mezcladas entre sí, resultan profundamente tóxicas y que ningún sistema va a poder digerir”.
De ahí, dedujo que así es: Sí por México: “indigerible”.
Precisó que dicho membrete es un engaño por utilizar grupos católicos de buena fe “para manipularlos a la mentira y llevarlos a la instauración de un México de izquierda rosa, en donde se va a apoyar a la ideología de género, aborto, matrimonio homosexual, y cuanta iniciativa izquierdosa se les ocurra lanzar”.
Insistió en que tomó la mejor decisión al no inscribirse a ese membrete; por ello, “no metí mi logotipo, porque desde el principio me percaté quiénes estaban por ahí… las del trapo verde (abortistas), LGBT, católicas por el derecho a disentir”.
En ese contexto, sostuvo que dicho membrete “está terriblemente contaminado, además no hay un ideario, por lo que calificó de detestable al movimiento y de un fraude”.
A la pregunta de por qué muchas organizaciones provida y familia cayeron inicialmente en las redes de dicho membrete, señaló que “se debe a que, en casi la totalidad de los grupos católicos, no sabrían definir qué es verdaderamente catolicidad, ni su historia básica”.
“A la hora de enfrentarse a sus enemigos no lo saben reconocer y todo mundo habla de una reverenda y solemne estupidez al recalcar: es hora de la unidad, cuando en realidad, no se pueden juntar ni unirse con los adversarios”,
consideró.
“Estamos hablando de adversarios que quieren luchar contra otros adversarios y llevarlos a los católicos a una supuesta unidad nadamás para cambiar el color”,
criticó.
Subrayó que el objetivo de ese movimiento es derrocar a Morena en las próximas elecciones, pero “para ponerse ellos bajo la ideología de género, aborto, matrimonio gay, píldora anticonceptiva, transexualidad para los niños, tal como lo impulsa la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero”.
Adelantó que en breve, un grupo de católicos mexicanos están por lanzar una organización abiertamente y desvergonzadamente católica.
“Vamos a invitar a esos grupos vergonzantes o a los tibios, y a los que se salieron de Sí por México, por sus convicciones, los vamos a invitar a sumarse”.
En un movimiento de ADN católico de resistencia, para reevangelizar a México, y reeducar a México y darle a México lo que se merece.
¡Ya basta de un gobierno masónico que tenemos desde hace 200 años!, se quejó.
“Queremos denunciar al pueblo de México; le vamos a salir al paso a Sí por México y le vamos a decir: es por acá, por el lado de la cruz de Cristo”.
Por último, reprochó que “la jerarquía calla por complicidad, por corrupción, por conveniencia o por acuerdos en los oscurito, y son muy pocos los jerarcas, contadísimos, y tal vez, me sobran dedos de una mano si los cuento, y los demás que son docenas y docenas callan y esto es imperdonable”.